El fabricante británico de supercoches, McLaren, está navegando por una era de gran transformación e internacionalización. Aunque la nacionalidad de un fabricante de automóviles es un tema importante para los puristas, McLaren busca formas de expandir su atractivo en el extranjero mientras mantiene su esencia única, es decir, su “britanidad”. Nick Collins, el CEO, compartió su visión para el futuro.
El espíritu inconformista en el corazón de la identidad de McLaren
Para Nick Collins, la “britanidad” de McLaren no reside en imágenes cliché, sino en un espíritu caracterizado por la rebeldía y la audacia. Lo describe como una combinación única de respetar las reglas establecidas mientras se rompen tácticamente. “Existe un cierto espíritu inconformista, una posición heterodoxa que surge de la cultura británica”, explica, citando ejemplos como la fusión de la arquitectura victoriana con estructuras modernas o la diseñadora de moda Vivienne Westwood.
Un legado de revolución técnica e innovación
Este espíritu heterodoxo también es evidente en el ADN técnico de la marca. Collins recuerda la adopción pionera del monocasco de fibra de carbono en la F1, el P1 y la historia de audaces innovaciones en los coches de carreras. “Esta audacia en la ingeniería y la tecnología, el coraje para hacer cosas radicales, esta sensación de diversión… eso es el espíritu de McLaren”, afirma, destacando también la importancia del ambiente positivo del equipo construido por Zak Brown en la Fórmula 1.
Diseño británico: Entre la conformidad y la desviación
Desde una perspectiva de diseño, la britanidad se manifiesta en la confianza para hacer lo inesperado. Collins cita la máxima de Coco Chanel, “Antes de salir, quítate un accesorio”, para explicar la filosofía de la reducción a lo esencial. Sin embargo, aclara que el objetivo no es reducir a la nada, sino encontrar el equilibrio adecuado. “Es cuando algo es suficiente, pero con un giro inesperado”.
Equilibrando tradición y modernidad para una longevidad sostenible
El desafío para McLaren es encontrar el equilibrio perfecto. Descartar el código demasiado abruptamente solo produciría productos de moda pasajera. Por el contrario, adherirse demasiado rígidamente a las reglas conduce al aburrimiento. Según Collins, el secreto del éxito y la longevidad reside en una “belleza fundamental con un giro”, fusionando tradición y un toque de rebeldía. Este equilibrio es lo que definió la edad de oro del diseño británico en la década de 1960.
El futuro del ADN de McLaren: Evolucionar sin negar las raíces
Mientras McLaren reconoce la necesidad de evolucionar su lenguaje de diseño y diferenciar más claramente sus futuros modelos, también pretende celebrar y preservar los elementos que definen su ADN. “No debes estar atado al pasado. Debes celebrar el pasado y avanzar”, concluye Collins. Por lo tanto, la britanidad de McLaren no es una restricción, sino un espíritu: una mezcla de audacia técnica, diseño impredecible y una firme actitud inconformista que continúa guiando a la marca hacia nuevos horizontes.