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El automóvil moderno con motor de combustión interna está equipado con un turbocompresor o incluso un compresor. Estos están destinados a mejorar la eficiencia energética y el rendimiento de los coches de gasolina o diésel estándar. Con el advenimiento de la tecnología moderna, la industria automotriz comienza a introducir turbos eléctricos. Pero, ¿qué son estos extraños dispositivos nuevos? Sigue leyendo y descubre qué ingeniosa tecnología se esconde detrás de este nombre.
- 1 ¿Qué es un turbocompresor convencional?
- 2 ¿Qué es un turbocompresor eléctrico?
- 3 Ventajas de los turbocompresores eléctricos
- 4 Desventajas de los turbocompresores eléctricos
- 5 Instalación de un turbocompresor eléctrico
¿QUÉ ES UN TURBOCOMPRESOR CONVENCIONAL?
El turbocompresor estándar, o turbo, es un dispositivo que aumenta la potencia de un motor de combustión interna mediante la inducción forzada de aire comprimido. Dado que un motor de combustión interna genera locomoción quemando una mezcla de combustible y aire, la velocidad a la que se quema esta mezcla es un factor importante para determinar la potencia del motor. Una tasa de combustión más rápida da como resultado una operación más potente. Para lograr esto, el turbo se alimenta de gases de escape calientes. Esto resulta en la rotación de una turbina que comprime el aire que finalmente se entrega al motor.
Un compresor funciona de manera similar, pero el método por el cual se alimenta es diferente. Mientras que un turbo se alimenta de gases de escape calientes, el compresor es accionado directamente por el motor. Esto se traduce en ventajas y desventajas distintas para ambas variantes: los turbocompresores tardan en arrancar, ya que dependen de los gases de escape para funcionar, mientras que los compresores son menos eficientes en combustible pero aumentan la potencia del motor desde el momento en que el motor arranca. Esta tendencia de los turbos a tardar en volverse completamente funcionales se llama retardo del turbo.
¿QUÉ ES UN TURBOCOMPRESOR ELÉCTRICO?
Un turbo eléctrico intenta ofrecer lo mejor de ambos mundos: la eficiencia bruta de un turbocompresor completamente activo junto con la eliminación del molesto retardo turbo que un compresor aporta. No es sorprendente que su funcionalidad básica sea esencialmente idéntica a la de un turbo estándar: al igual que su homólogo no eléctrico, el E-turbo se alimenta de gases de escape calientes generados por el motor durante la conducción del vehículo. Sin embargo, a diferencia del turbo convencional, también incluye un pequeño compresor de aire que a su vez es accionado por un motor eléctrico, o un motor eléctrico para hacer girar las turbinas cuando no hay suficientes gases de escape disponibles. Esto proporciona el aire comprimido necesario para aumentar la potencia del motor antes de que el turbocompresor tradicional se caliente y sea funcional.
VENTAJAS DE LOS TURBOCOMPRESORES ELÉCTRICOS
Las ventajas de un E-turbo son evidentes: elimina el retardo del turbo al proporcionar la entrada de aire normalmente suministrada por un turbocompresor una vez que se calienta. A diferencia de un compresor, los turbos eléctricos no están activos todo el tiempo y, por lo tanto, no reducen en absoluto la potencia del motor mientras proporcionan el mismo nivel de par motor independientemente de las revoluciones del motor. Mientras que el aumento de potencia obtenido mediante el uso de un compresor supera el costo de la potencia del motor para mantenerlo en funcionamiento, un turbocompresor eléctrico puede evitar socavar la potencia del motor para mantenerse activo en primer lugar, aumentando así la potencia obtenida al activar el dispositivo. También tienen la ventaja de poder desactivarse cuando no son necesarios, por ejemplo, durante viajes largos a velocidad constante. Esto permite que el motor funcione con una mayor eficiencia y ahorre combustible a largo plazo. Hasta ahora, se podría decir que las ventajas de un turbo eléctrico también podrían obtenerse con un sistema de sobrealimentación dual, es decir, una combinación de turbo y compresor. Aunque este puede ser el caso, un E-turbo ocupa mucho menos espacio y logra el efecto de la parte del compresor del sistema sin pérdida de potencia. Los turbos eléctricos también reducen las emisiones generales y tienen el potencial de utilizar los gases de escape para alimentar generadores cuando no son necesarios.
DESVENTAJAS DE LOS TURBOCOMPRESORES ELÉCTRICOS
Los turbos eléctricos son aún muy nuevos y, por lo tanto, no todos los defectos de esta tecnología de vanguardia han sido resueltos. Por un lado, el turbo eléctrico todavía tiene como objetivo aumentar el rendimiento de un vehículo. Una reducción en el consumo de combustible o las emisiones no es su objetivo principal, por lo que probablemente resultará en un aumento de ambos, aunque no tanto como con un turbo o compresor convencional. Además, dado su estatus de tecnología emergente, la sobrealimentación eléctrica seguirá siendo relativamente cara por un tiempo. Su fiabilidad también está en gran medida sin probar, dado la falta de datos, que a su vez es el resultado de la aplicación limitada. También se podría argumentar que los turbocompresores eléctricos son cada vez más innecesarios dado que la escritura está en la pared para los combustibles fósiles y, por lo tanto, los motores de combustión interna que utilizan gasolina o diésel.
INSTALACIÓN DE UN TURBOCOMPRESOR ELÉCTRICO
Si te estás preguntando cómo instalar un turbocompresor eléctrico, debes tener cuidado con la naturaleza de muchas ofertas privadas en línea. En muchos casos, estos turbos eléctricos son poco más que ventiladores que proporcionan poca o ninguna potencia adicional. En su lugar, confía en fabricantes de confianza y opta por la instalación de estos dispositivos por parte de expertos en un garaje suficientemente equipado para mantener este tipo de tecnología. Si tienes la intención de instalar el dispositivo tú mismo, asegúrate de tener la experiencia necesaria y lee atentamente las instrucciones del fabricante para evitar errores.