El motor rotativo: ¿Por qué consume más combustible?
El motor rotativo es una versión del motor de combustión interna muy apreciada por su funcionamiento suave y su eficiencia en términos de refrigeración. Sin embargo, en una época donde la economía de combustible se ha vuelto esencial, los motores rotativos tienen dificultades para cumplir con las exigencias. Los fabricantes ya eran conscientes de que este tipo de motor no sería adecuado para un futuro donde la reducción del consumo es primordial, allanando así el camino para los motores estáticos. Pero entonces, ¿por qué los motores rotativos consumen más combustible? ¡Examinemos las causas junto con algunos consejos para su mantenimiento!
Los puntos esenciales sobre los motores rotativos
También llamado motor Wankel, el motor rotativo fue concebido y desarrollado por Felix Wankel, quien obtuvo su primera patente para este tipo de motor en 1929. Sin embargo, fue Hans Dieter Paschke quien desarrolló la versión de uso común, incorporando mejoras notables respecto al modelo inicial.
Este tipo de motor se hizo famoso gracias al Mazda RX-8. A diferencia de los motores tradicionales que utilizan pistones cilíndricos en movimiento lineal, el motor Wankel funciona con un pistón triangular en rotación continua. En cada rotación, las fases de admisión, compresión y escape se suceden continuamente en el cilindro. Este mecanismo particular les otorga a los motores rotativos ventajas como su ligereza, un coste de fabricación reducido y una alta capacidad de potencia.
¿Por qué los motores rotativos consumen más combustible?
El motor rotativo está diseñado con un cigüeñal fijo alrededor del cual gira el rotor. Aunque este diseño aporta ventajas, el bajo rendimiento energético sigue siendo una debilidad notable.
1. Un motor con gran apetito de combustible
El problema principal es que los motores rotativos a menudo generan más potencia de la que pueden gestionar de manera eficiente. Esta potencia adicional se traduce en una combustión mayor de combustible, especialmente a altas revoluciones. Así, el motor rotativo presenta un rendimiento energético inferior al de otros tipos de motores, lo que explica su baja autonomía en términos de kilometraje.

2. Problemas de estanqueidad
Las diferentes cámaras de un motor rotativo funcionan a temperaturas variadas, lo que crea desafíos de estanqueidad. Debido a los diferentes coeficientes de dilatación entre los materiales, pueden producirse fugas en los sellos, provocando una pérdida de gases de combustión entre las cámaras. Este desperdicio de gases reduce directamente la eficiencia energética del motor, resultando en un mayor consumo de combustible.
3. Baja tasa de compresión
La tasa de compresión, que compara el volumen máximo y mínimo de la cámara de combustión, es un factor clave de eficiencia en los motores de combustión interna. En los motores rotativos, la tasa de compresión óptima generalmente alcanza 11:1, inferior a las tasas superiores que ofrecen los motores modernos de gasolina. Una tasa más elevada, alrededor de 10:1 o más para los motores convencionales, asegura un mejor rendimiento energético, algo que no ocurre con los motores rotativos.
4. Cámara de combustion alargada
El diseño de la cámara de combustión de los motores rotativos es relativamente largo y presenta una relación superficie/volumen alta. Este factor complica el enfriamiento de los gases, prolongando su tiempo de refrigeración y alterando así el consumo de combustible. El enfriamiento ineficaz de los gases en la cámara de combustión conlleva, por tanto, un aumento en el consumo de combustible.
5. Lumbreras fijas y sincronización de válvulas
A diferencia de los motores tradicionales, los motores rotativos no tienen válvulas ni árboles de levas, lo que limita la flexibilidad de la sincronización de válvulas. Al no existir la posibilidad de ajustar la sincronización de los orificios de admisión y escape, el rendimiento del motor se degrada. Esta falta de control contribuye a la baja eficiencia energética de los motores rotativos, que necesitan más combustible para funcionar.
En conclusión, aunque el motor rotativo ofrece ciertas ventajas, sus debilidades en materia de consumo de combustible están marcadas por una combinación de factores estructurales y mecánicos.

¿Por qué el motor rotativo no se usa comúnmente en los vehículos?
A pesar de sus ventajas, el motor rotativo rara vez es adoptado por los fabricantes de automóviles modernos debido a varias limitaciones notables:
- Rendimiento térmico reducido
La combustión en un motor rotativo se desarrolla en una cámara de forma ovalada alargada, lo que limita la eficiencia térmica. Este diseño a menudo provoca la expulsión de combustible no quemado al sistema de escape, aumentando así el consumo de combustible y reduciendo la eficiencia general del motor. - Ciclo de combustión más largo
El motor rotativo requiere un ciclo de combustión largo y continuo, lo que prolonga el tiempo de rotación del rotor para completar un ciclo. Además, la variación de temperatura entre las diferentes partes del rotor puede causar dilataciones térmicas desiguales, reduciendo la vida útil del motor rotativo en comparación con los motores de pistones convencionales. - Alto impacto ambiental
Los motores rotativos tienen dificultades para cumplir con las normas de emisiones, especialmente en Europa. La estructura simple del motor puede provocar fugas de aceite, y el combustible a menudo se escapa antes de ser quemado por completo, resultando en emisiones contaminantes elevadas. Esto dificulta el cumplimiento de las regulaciones ambientales actuales.
En conclusión
Estas características explican por qué el motor rotativo no es competitivo en materia de economía de combustible y durabilidad. Estos motores están siendo progresivamente reemplazados por alternativas más respetuosas con el medio ambiente, ya que no se ajustan a las exigencias actuales de reducción de la huella de carbono.