Causas por las que tu coche vibra al detenerse o al ralentí

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Cuando enciendes tu coche, esperas que todo funcione correctamente. Pero, ¿qué haces cuando arrancas tu vehículo y empieza a vibrar y temblar?

A continuación, destacamos algunas de las razones más comunes de un ralentí irregular y qué puedes hacer para solucionarlo.

La falla mecánica básica

Hay dos razones principales por las que tu motor puede vibrar o temblar cuando está al ralentí, pero las causas de estos problemas varían.

El primer problema es un fallo de encendido del motor. Esto ocurre cuando la bujía de tu motor se activa en el momento equivocado o no hay suficiente combustible o aire en la cámara de combustión para igualar el rendimiento del resto del motor. Si dejas este problema sin resolver, podrías dañar el bloque motor, obligándote a reemplazar el motor.

El segundo problema es un problema creciente. Tu motor genera mucha fuerza, por eso el fabricante lo monta en el chasis de tu vehículo para que no se mueva. Pero si esos soportes no cumplen su función, tu motor se moverá.

En el momento en que lo sientes al ralentí, el problema es lo suficientemente grave como para que no debas conducir el vehículo a ningún lado hasta que haya sido reparado.

Las causas de vibración del coche en parado o al ralentí

Hay pocos problemas más molestos que un ralentí irregular. Pero con un poco de conocimiento y experiencia, puedes diagnosticar la causa de tu ralentí y poner todo en orden en poco tiempo.

Las causas más comunes cuando el coche vibra en parado o al ralentí son bujías desgastadas, soportes del motor defectuosos, correa de accesorios desgastada o problemas de combustible.

A continuación, las siete razones más comunes por las que un coche vibra en parado o al ralentí.

1. Bujías desgastadas

Una de las razones más comunes de un ralentí irregular es el desgaste o daño de las bujías. Si tienes bujías desgastadas, tu motor puede tener fallos de encendido, lo que provoca temblores o vibraciones. Si tienes una bujía defectuosa, debería encenderse una luz de verificación del motor en tu tablero, pero esto no siempre ocurre.

La buena noticia es que las bujías son económicas, pero deberías reemplazarlas todas si una de ellas falla. A partir de ahí, debes cambiar tus bujías cada 80,000 a 100,000 millas para evitar que este problema vuelva a ocurrir.

2. Mangueras de admisión sueltas o desconectadas

Lo sepas o no, tu vehículo probablemente utiliza mangueras de admisión para alimentar los sistemas de aire y combustible. Si estas mangueras están rotas o desconectadas, los sistemas no funcionarán como deberían y el rendimiento del motor puede verse afectado.

No es raro que cuando un problema de admisión empeora lo suficiente, el motor tenga fallos de encendido como resultado. Este fallo es lo que notas a través de las vibraciones o temblores.

3. Soportes del motor rotos o sueltos

Tus soportes del motor mantienen tu motor en su lugar, así que tiene sentido que los soportes del motor puedan ser el problema si tienes un motor que se sacude o vibra. Inspeccionar los soportes del motor de tu vehículo puede ser difícil, dependiendo de lo que conduzcas.

Una forma sencilla de verificar los soportes del motor es abrir el compartimento del motor y pedirle a alguien que gire el motor mientras lo observas. Si el motor “salta”, es que tienes soportes del motor defectuosos.

Los soportes del motor en sí son relativamente baratos, pero reemplazarlos puede requerir mucho trabajo.

4. Correas desgastadas

Puede haber varias correas en tu motor, pero las dos que todo motor tiene son la correa de accesorios y la correa de distribución. Si alguna de estas correas está desgastada o dañada, un ralentí irregular es un resultado típico.

Las correas de accesorios son más fáciles de diagnosticar y reemplazar. Simplemente abre el capó e identifica la correa de goma más grande en la parte delantera de tu motor. Tira de ella ligeramente; si parece suelta en absoluto, es un problema.

A partir de ahí, verifica si hay grietas o desgarros a lo largo de la correa. Si ves signos de daño, reemplaza la correa.

Para las correas de distribución, necesitarás una reparación más completa, pero a menudo tendrás una luz de verificación del motor informándote del problema.

5. Toma de combustible / bomba de combustible / inyectores de combustible / filtro de combustible dañado u obstruido

Si algo sucede con tu sistema de suministro de combustible, probablemente tendrás un motor que vibra o tiembla. Esto se debe a que si uno de los cilindros del motor no recibe suficiente combustible, desequilibrará todo el balance del motor.

Pero incluso si lo has identificado como un problema con tu sistema de combustible, hay varios posibles culpables. El primer lugar para verificar debería ser tu filtro de combustible. Si tu filtro de combustible está obstruido, nada funcionará como debería, y esto incluso podría terminar dañando otros componentes.

A partir de ahí, deberías revisar tus inyectores de combustible, la toma de combustible o la bomba de combustible. Muchos de estos problemas provocan una luz de verificación del motor, lo que puede ayudarte a reducir el problema.

6. Filtro de aire obstruido

Así como el combustible es esencial para el correcto funcionamiento de tu motor, el aire es un componente crucial. Afortunadamente para ti, si el sistema de admisión es el problema que causa tu ralentí brusco, el problema generalmente proviene del filtro de aire.

Simplemente retira el filtro de aire viejo y verifica si está extremadamente sucio. Si es así, podría ser tu problema. Reemplaza el filtro de aire, reinicia el código y ¡ve si el problema desaparece! Los filtros de aire generalmente cuestan entre $15 y $40, y la mayoría de las tiendas de repuestos los reemplazarán gratis.

7. Sincronización del árbol de levas defectuosa

Las vibraciones y sacudidas del motor generalmente significan que tu motor tiene fallos de encendido por una razón u otra. Una razón potencial de un fallo de encendido del motor es una sincronización incorrecta. Si acabas de realizar un trabajo importante en tu motor, esto es más común, pero no es raro tener problemas de sincronización si la correa o cadena está desgastada o dañada.

Si necesitas reemplazar tu correa de distribución, esto es relativamente costoso debido a la mano de obra requerida.

Conclusión

Aunque puede ser tentador ignorar un ralentí brusco por un tiempo porque tu vehículo aún funciona, es lo último que quieres hacer. Cuanto más dejes que el problema persista, más probable es que se convierta en algo más grave.

¡Antes de darle a tu motor la oportunidad de romperse, soluciona el problema! De lo contrario, un problema que podrías haber resuelto por unos cientos de dólares podría costarte unos miles.

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