Un circuito histórico toma el control de su destino
En un movimiento estratégico crucial para su preservación, Virginia International Raceway (VIR) ha adquirido la propiedad del terreno que ocupa. Esta decisión pone fin a décadas de operación bajo un régimen de alquiler y garantiza la permanencia a largo plazo de este auténtico templo del motorsport estadounidense, alejando la amenaza del desarrollo inmobiliario.
De un alquiler histórico a la propiedad definitiva
Desde su renacimiento en el año 2000, VIR operaba en base a un complejo acuerdo de arrendamiento a muy largo plazo. Aunque este sistema permitió su espectacular reactivación, la propiedad del suelo seguía siendo un factor de incertidumbre. La reciente compra elimina esta variable, otorgando al circuito un control total sobre su terreno y su futuro operativo.
Un baluarte contra la presión urbanística
La noticia es una victoria para la comunidad automovilística. Numerosos circuitos legendarios en todo el mundo han desaparecido, víctimas del valor del suelo y la expansión urbana. Al asegurar la propiedad, VIR se blinda contra estas presiones externas, asegurando que sus famosas curvas como “Roller Coaster” o “Oak Tree” sigan desafiando a pilotos durante generaciones.
Estabilidad para la inversión y los eventos
Esta estabilidad patrimonial no solo es simbólica. Permite a la dirección del circuito planificar y ejecutar inversiones a largo plazo en infraestructuras, mejoras de seguridad y nuevas instalaciones. Además, proporciona una garantía sólida a los organizadores de grandes eventos, series de carreras y clubes, que pueden programar sus actividades con la certeza de que el circuito permanecerá.
Un legado asegurado para el motorsport
La transacción consolida a VIR como una piedra angular del automovilismo en la Costa Este. Más allá de las carreras profesionales, el circuito es un centro neurálgico para escuelas de conducción, eventos para clubes y experiencias para entusiastas. Al garantizar su existencia, se protege un ecosistema vital para la cultura del motor, donde se forman nuevos pilotos y se mantiene viva la pasión por las carreras.