En un mundo ideal, todas las superficies de las carreteras serían planas y suaves, y podríamos conducir libremente sin preocuparnos por los neumáticos o los sistemas de suspensión. Desafortunadamente, los baches, hoyos y caminos irregulares son una realidad cotidiana para los conductores. Afortunadamente, los vehículos modernos están equipados con sistemas de amortiguación efectivos que reducen las vibraciones y movimientos no deseados causados por la conducción en superficies irregulares. En este sentido, los amortiguadores juegan un papel crucial.

Los amortiguadores, también conocidos como amortiguadores de suspensión o “shocks”, son dispositivos que regulan el movimiento de compresión y extensión de los muelles de suspensión. Además, mitigan los impactos en los componentes del vehículo y reducen la intensidad de las vibraciones. Todo esto se logra convirtiendo la energía cinética en energía térmica. Por ejemplo, cuando un coche pasa por un bache, los muelles reaccionan absorbiendo la energía cinética. Para estabilizar el movimiento del vehículo, esta energía debe disiparse. Dentro del cilindro del amortiguador, un pistón actúa forzando el aceite interno a través de pequeñas aberturas o válvulas de absorción, creando resistencia. Como resultado, esta resistencia ralentiza el movimiento del pistón y la suspensión mientras genera calor.

Estos componentes son esenciales para mantener el contacto con la carretera, la estabilidad y el control del vehículo. Si los amortiguadores no funcionan correctamente, es posible que notes que el vehículo rebota incontrolablemente o se desvía al girar. Esto también afecta negativamente la eficiencia de frenado del vehículo.
Tipos de amortiguadores
Actualmente, los amortiguadores de suspensión más comunes son los hidráulicos, pero existen muchos tipos de dispositivos hidráulicos con diferentes diseños y componentes. A continuación, se presentan tres tipos populares de amortiguadores utilizados en vehículos modernos:
¿Cuánto deberían durar?
Generalmente, se espera que los amortiguadores duren al menos 4-5 años, siempre que no estén expuestos a condiciones de conducción extremas. El intervalo de reemplazo depende principalmente de los hábitos del conductor, el tipo de vehículo (por ejemplo, ligero o pesado), el estado de las carreteras y el kilometraje del vehículo. Conducir fuera de carretera, transportar cargas pesadas o conducir frecuentemente sobre baches y superficies irregulares puede causar un desgaste prematuro de los componentes. Se recomienda inspeccionarlos una vez al año o al menos cada 50,000 millas.
Por la seguridad propia y de los pasajeros, es importante reemplazarlos si están defectuosos. De lo contrario, podrías perder el control del vehículo la próxima vez que encuentres un bache o hoyo en la carretera.

