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El convertidor catalítico es un componente esencial en el sistema de escape de los vehículos.
La función del convertidor catalítico es transformar los gases de escape y los gases tóxicos en gases menos nocivos. En otras palabras, el convertidor catalítico reduce las emisiones de hidrocarburos presentes en los gases de escape producidos por los motores de combustión interna. Este es un proceso muy innovador que requiere modificar la composición química de estos gases antes de que sean liberados del vehículo.
¿Alguna vez te has preguntado qué hay dentro del convertidor catalítico que hace que este proceso sea exitoso? Imagina una cámara metálica con varios pequeños pasadizos en su interior. Muchas personas comparan el convertidor catalítico con una estructura de panal debido a sus innumerables microcanales. Sin embargo, esta estructura especial de panal está hecha de un material compuesto de base cerámica y muchos metales preciosos.
Cuando los gases de escape entran en la estructura de panal del convertidor catalítico, pasan a través de varios canales diferentes. Durante este proceso, ocurren reacciones químicas que neutralizan los contaminantes tóxicos. Cada uno de estos canales está recubierto con catalizadores metálicos como paladio, platino y rodio. Estos metales contribuyen a las reacciones químicas que reducen los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno (NOx) y el monóxido de carbono en los gases de escape.
Es crucial que el material catalítico tenga la mayor superficie posible. Por esta razón, el convertidor catalítico utiliza una estructura de panal. Estos metales preciosos en sí mismos también son muy costosos. Muchos ladrones de automóviles prefieren robar los convertidores catalíticos de los vehículos solo para obtener estos metales valiosos.
Veamos los dos tipos principales de catalizadores utilizados en los vehículos de gasolina y los metales de los que están hechos:
Catalizador de oxidación – El catalizador de oxidación está compuesto por los metales platino y paladio. Cuando el monóxido de carbono y el combustible no quemado fluyen hacia el catalizador de oxidación, estos elementos se transforman en agua y dióxido de carbono.
Catalizador de reducción – El catalizador de reducción está compuesto por rodio y paladio. Cuando los óxidos de nitrógeno en los gases de escape llegan al catalizador de reducción, estos elementos se convierten en oxígeno y nitrógeno. Esto es muy importante para reducir el smog, ya que los óxidos de nitrógeno son uno de los principales componentes del smog.
En el pasado, los convertidores catalíticos solo tenían oxidación bidireccional. Esto significaba que solo existía el catalizador de oxidación y no había catalizador de reducción. Sin embargo, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos mostraron preocupación por los óxidos de nitrógeno y la incapacidad del catalizador de oxidación para transformarlos. Como resultado, las regulaciones sobre los convertidores catalíticos cambiaron y se requirió la oxidación/reducción de tres vías.
En cuanto a los vehículos diésel, tienen su propio catalizador separado y distinto llamado catalizador de oxidación diésel. Este catalizador puede tomar los hidrocarburos y el monóxido de carbono y convertirlos en dióxido de carbono y agua. El catalizador logra esto utilizando el oxígeno presente en el flujo de gases de escape. La eficiencia del catalizador de oxidación diésel es del 90%. La mayoría de las partículas visibles y el olor del escape se reducen o eliminan.
Conclusión
Anteriormente, los convertidores catalíticos utilizaban metales más baratos como níquel, hierro, cerio y manganeso. Sin embargo, estos no eran lo suficientemente efectivos para convertir los gases de escape tóxicos en gases menos dañinos. Los cambios en las regulaciones sobre los estándares de emisión de carbono obligaron a los fabricantes de automóviles a utilizar metales más costosos en los convertidores catalíticos. Se descubrió que el platino, el rodio y el paladio son los metales más adecuados para reducir los hidrocarburos y los óxidos de nitrógeno.
Si necesitas reemplazar tu convertidor catalítico, probablemente te costará entre $1,000 y $3,000. Una vez más, estás pagando por los metales preciosos y su valor. No optes por una solución fácil y evites reemplazar el convertidor catalítico. De lo contrario, podrías enfrentar riesgos legales si te descubren en tu área.