El Ford Mustang GTD es tan ancho que, en teoría, debería estar equipado con luces de posición ámbar como un Ford Raptor. Pero Ford encontró un vacío legal para evitarlas en esta joya de 325.000 dólares.
Una anchura que roza los límites legales
Existe una razón por la cual los vehículos muy anchos, como el Ford F-150 Raptor o el Ram TRX, lucen luces de posición ámbar en la parte delantera y trasera. La razón no es estética, es legal. La norma federal de seguridad de vehículos motorizados de EE.UU. (FMVSS 108) establece que cualquier vehículo de 80 pulgadas (aproximadamente 203 cm) de ancho o más debe estar equipado con luces de posición y luces de delimitación.
Un Mustang clásico mide aproximadamente 75 pulgadas de ancho. El Mustang GTD, por su parte, se extiende sobre 81,8 pulgadas, otorgándole proporciones casi caricaturescas. Teóricamente, esta anchura imponía la adición de las famosas luces ámbar. El equipo de Ford no estaba entusiasmado con esta idea y buscó – y encontró – una escapatoria.
El vacío: vehículo de uso único frente a uso dual
Anthony Colard, responsable de diseño del Mustang GTD, explicó que la clave del problema reside en la homologación del vehículo. La regulación sobre luces de posición se aplica principalmente a camionetas, SUV y remolques, ya que se consideran vehículos de “uso dual”. Esto significa que pueden ser comprados por empresas y ser registrados y utilizados como vehículos utilitarios.
Ford hizo homologar el Mustang GTD no como un vehículo de uso dual, sino como un vehículo de “uso único”. En otras palabras, su vocación principal no es el trabajo, sino el rendimiento. Como precisó Colard: “No es un vehículo utilitario. No es como un camión grande. No vas a remolcar nada con él.”
Una interpretación técnica astuta
Ford se basó entonces en una interpretación técnica muy precisa del reglamento FMVSS para evitar tener que añadir una iluminación que recuerde a la de una pickup. Esta maniobra permite preservar las líneas depuradas y agresivas del supercoche.
Queda una pregunta: ¿qué sucede si un propietario, que tiene una empresa, decide a pesar de todo utilizar su GTD como vehículo de servicio (por ejemplo, como “taxi” en circuito)? Técnicamente, esto podría entrar en la categoría de usos duales. Ford confía en la buena fe y en el uso previsto del coche, considerando que se trata de una excepción que confirma la regla y valida su astuta interpretación.