Los beneficios de BYD han disminuido significativamente, marcando un punto de inflexión para el líder de la industria automotriz china. Esta caída, la primera en más de tres años, se debe directamente a la intensa competencia de precios en el mercado automovilístico chino, agravada por los masivos subsidios gubernamentales.
Una industria automotriz bajo presión
China ha subsidiado enormemente su industria automotriz nacional durante la última década. Aunque esta estrategia ha dado resultados en términos de producción, ha debilitado la base económica del sector. Ahora, las consecuencias se están haciendo sentir con dureza.
BYD, el mayor fabricante de automóviles del país, registró un retroceso en sus beneficios en el último trimestre. En su informe financiero, la empresa también reconoció que julio sería el tercer mes consecutivo de disminución de ventas. Aunque el objetivo inicial para 2024 era vender 5,5 millones de unidades solo en el mercado chino, BYD se encuentra ahora en una trayectoria que podría dejarlo con un déficit de más de un millón de unidades.
El núcleo del problema: Exceso de oferta y falta de compradores
Un mercado saturado
El problema central es simple: hay un exceso de oferta frente a una demanda insuficiente. Los subsidios han generado una producción masiva de vehículos asequibles, ya sean de combustión o eléctricos. Los fabricantes han inundado el mercado con muchos más vehículos de los que los concesionarios pueden manejar, forzando a todos a reducir sus márgenes de beneficio.
El impacto de las prácticas de dumping
Señales de advertencia económica
Existe un indicio preocupante que señala tensiones en la cadena de suministro: BYD fue una de las manufactureras que recientemente firmó un compromiso para mejorar el cumplimiento de los plazos de pago a sus proveedores. Aunque esta iniciativa se presenta como positiva, plantea dudas sobre la salud financiera de todo el ecosistema industrial y las cuentas por cobrar pendientes.