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Hay momentos en los que necesitas aparcar tu coche durante un largo período, ya sea por vacaciones, en invierno o cuando utilizas medios de transporte alternativos.
Un buen almacenamiento protege tu vehículo de las inclemencias del tiempo y de los roedores.
Pero, ¿cómo preparar tu coche y evitar que se oxide cuando no lo usas?
1. Llena el depósito
Mucha gente pensaría en hacer lo contrario. Pero el depósito de combustible es de metal y, cuando no se usa, la humedad se filtra y lo oxida. Si planeas no usar el coche durante un tiempo, llénalo de combustible y añade un estabilizador. Según el tipo del fabricante, se recomienda usar una onza de estabilizador por cada 3 a 5 galones de gasolina.
Además de llenar el depósito, también se debe cambiar el aceite del motor. El aceite usado se espesará cuando no se utilice y puede causar problemas en el motor al intentar conducir el coche.
2. Identifica la ubicación adecuada para el almacenamiento
El lugar ideal para un coche debe estar bien ventilado y libre de humedad. También debe estar sellado contra roedores. Los roedores causan daños devastadores en los asientos y los componentes eléctricos de un coche. Limpia el coche en este sentido y asegúrate de que no queden partículas de comida.
También puedes encerar el exterior. Limpiar el interior con una aspiradora garantizará que no se desarrolle moho durante tu ausencia.
3. Revisa la documentación
Si no usas tu coche durante más de seis meses, es aconsejable asegurarte de que toda la documentación esté en orden. Es posible que también debas informar a tu agente de seguros que no usarás el coche. Esto te protegerá si algo le sucede al vehículo.
Si decides no renovar tu seguro, es recomendable configurar recordatorios para no conducir un coche sin seguro a tu regreso.
4. Coloca el coche sobre soportes
Los neumáticos sin usar desarrollan un desgaste irregular. Esto se debe a que todo el peso del coche se concentra en una zona del neumático. Usa soportes para aliviar la presión sobre los neumáticos del coche. Asegúrate de que los neumáticos estén bien inflados cuando dejes el coche. También se recomienda desinflar los neumáticos a 10 psi menos que la presión recomendada.
Esto evitará que los neumáticos se agrieten. Sin embargo, los neumáticos más nuevos están diseñados para superar los desgastes irregulares, que desaparecen cuando conduces el coche.
5. Retira los terminales de la batería
Los terminales de la batería son propensos a la corrosión si no se usan durante mucho tiempo. Si retiras los terminales, evitas que la batería se descargue y tengas que reiniciarla a tu regreso. Puedes realizar este procedimiento simple con alicates.
6. Usa una funda para coche
Una funda para coche protege tu vehículo de la humedad y, por tanto, del óxido. También mantiene tu coche limpio y libre de elementos externos. La funda debe cubrir completamente el exterior del coche.
7. Lubrica el coche
Para evitar que las puertas se congelen, lubrica el capó, las puertas y el maletero con grasa de silicona o litio blanco para los neumáticos y grasa de grafito para las cerraduras. A tu regreso, no tendrás problemas para abrir las puertas o el maletero.
8. Conducción regular
Si viajas durante meses, quizás quieras que alguien pase de vez en cuando para dar una vuelta con el coche. Las baterías pierden carga cuando no se usan durante mucho tiempo. Una prueba de manejo con el coche asegura que las partes móviles estén lubricadas. Durante la prueba, puedes encender el aire acondicionado para asegurarte de que aún funciona.
También puedes limpiarlo de moho y roedores. Si no tienes a nadie que te ayude, desconecta el terminal negativo de la batería. Sin embargo, esto reiniciará el reloj del coche y otras cosas que usan la batería. Una alternativa es un mantenedor de carga. Con este dispositivo, conectas una parte del terminal al enchufe de la pared. Esto evita que la batería pierda carga.
9. Evita usar el freno de estacionamiento
Si no planeas usar tu coche durante un largo período, es aconsejable usar calzos en lugar del freno de estacionamiento. La fusión de las pastillas y discos de freno ocurre cuando aparcas el coche durante mucho tiempo. Tendrás dificultades para conducir el coche a tu regreso.
10. Mantén a los roedores alejados
A los roedores les encanta un vertedero, y un garaje es un lugar favorito. Encuentran terrenos fértiles en el capó y el maletero del coche. La destrucción causada por los roedores se evidencia por cables sueltos que pueden provocar cortocircuitos. Para mantener alejados a los roedores, puedes cubrir el sistema de escape y las entradas de aire.
Se sabe que la menta repele a los roedores. Puedes rociar un poco en bolas de algodón y luego colocarlas en lugares estratégicos donde a los roedores les gusta esconderse. Para los más aventureros, pueden colocar trampas para ratones en el garaje o usar veneno para ratas.
11. Lista de verificación para tu regreso
A tu regreso, debes revisar adecuadamente el coche antes de sacarlo a dar una vuelta. Esto incluye inflar los neumáticos, revisar los discos de freno por óxido y rellenar todos los fluidos del motor. Es posible que los limpiaparabrisas estén agrietados y debas reemplazarlos.
Revisa bajo el capó en busca de infestación de roedores. Debes limpiar el coche correctamente, tanto por dentro como por fuera. Cuando todo esté hecho, conecta los terminales de la batería. Llena el motor con los fluidos necesarios y haz circular el aceite del motor por todas las partes del motor. Tu coche está ahora listo para conducir.
Conclusión
Hay momentos en los que debes viajar por negocios o placer y no necesitarás tu coche. Una buena preparación del vehículo evita que los roedores y la humedad lo dañen. Los neumáticos deben estar ligeramente desinflados mientras los terminales de la batería están desconectados.
Cuando hayas terminado, debes limpiar el interior y el exterior del coche y colocarle una funda. Rocía menta en bolas de algodón y colócalas estratégicamente en el coche para mantener alejados a ratones y ratas.