Cómo verificar la correa de distribución

La mayoría de los automóviles y camiones recientes utilizan una correa serpentina.

Esta es una única correa acanalada que impulsa todos los accesorios, el aire acondicionado, la dirección asistida, el alternador y varias otras bombas y accesorios. A diferencia de las correas en V que requerían ajustes periódicos, no necesita mantenimiento. Sin embargo, en realidad no dura para siempre y debe inspeccionarse con frecuencia para evitar quedarse tirado. Cuando la correa comience a deteriorarse, podrás reemplazar la correa serpentina cuando tú elijas, no cuando la correa decida. Al inspeccionar la correa de transmisión acanalada en cada cambio de aceite y verificar la posición del indicador del mecanismo de ajuste automático, puedes detectar una correa defectuosa mucho antes de que se rompa.

La parte posterior de la correa serpentina, o el lado liso, normalmente impulsa la bomba de agua. Si la correa serpentina está empapada de aceite o brillante, resbalará y no proporcionará la circulación adecuada para enfriar el motor. Además, si hay aceite en la correa serpentina, proviene de algún lugar, por lo que debes encontrar y reparar esa fuente antes de instalar una nueva correa serpentina.

Busca cortes y rasguños. Si los encuentras, significa que la correa serpentina está rozando contra una brida o un perno de la polea cuando se enrolla. Esto ocurre con más frecuencia a medida que la correa de transmisión envejece. Si esto sucede, es posible que necesites lijar una brida de polea lisa o doblar algo.

También busca agujeros de alfiler y protuberancias. Si los encuentras, significa que la suciedad o los escombros han entrado entre la correa serpentina y la polea. Dale la vuelta a la correa y comprueba si faltan partes de las nervaduras. Puedes arrancar el motor durante la inspección para exponer partes de la correa. Pequeñas muescas muy espaciadas están bien, pero si son numerosas o están muy juntas, reemplaza la correa serpentina. Las grietas finas son normales, pero si penetran en el refuerzo de la correa o en el lado plano, es necesario reemplazarla.

Una buena regla general para la correa serpentina es que si observas grietas espaciadas a 3 mm (1/8 de pulgada) por toda la correa, esta se acerca al final de su vida útil y debe considerarse candidata a reemplazo. Las grietas pequeñas más espaciadas no deben considerarse una indicación de que la correa necesita ser reemplazada. Sin embargo, el inicio de las grietas generalmente indica que la correa está en la mitad de su vida útil.