Realizar una prueba de vacío del motor puede enseñarte mucho más sobre tu motor de lo que piensas. Es uno de los métodos más simples y económicos para detectar problemas serios del motor.
¿Por qué realizar una prueba de vacío del motor?
El vacío generado por el motor es un indicador valioso de su estado de salud general. Una lectura anormal puede revelar problemas de estanqueidad de las válvulas, de junta de culata, de calado de distribución o incluso de desgaste de los segmentos del pistón.
Cómo proceder con una prueba de vacío
Para efectuar esta verificación, necesitarás un vacuómetro. Simplemente conecta el aparato a una toma de vacío en el colector de admisión, arranca el motor y observa la lectura en ralentí. Un valor estable y normal generalmente se sitúa entre 17 y 22 pulgadas de mercurio (inHg).
Interpretar los resultados de la prueba
Una aguja que fluctúa puede indicar válvulas quemadas. Una lectura baja y estable suele señalar un problema de calado o una fuga de vacío. Una caída gradual del valor apunta hacia un catalizador obstruido. Analizar el comportamiento de la aguja es crucial para un diagnóstico preciso.