**Etapa 2 Crackle Tune vs. sin tune, el debate está servido.** Es perfectamente posible conseguir que su línea de escape crepite y reviente sin recurrir a una reprogramación de la motor. Sin embargo, los resultados serán mucho más discretos y aleatorios. La opción de un tune específicamente dedicado a los crackles y bangs resulta ser una solución infinitamente más efectiva y espectacular para quien busca esa firma sonora agresiva.
¿Cómo funciona un Crackle Tune?
Hoy vamos a desglosar cómo la reprogramación de la ECU (Unidad de Control del Motor) puede provocar esos crepitaciones y detonaciones características al levantar el pie. El principio técnico se basa generalmente en un enriquecimiento voluntario de la mezcla aire-combustible y un ligero desfase en el calado del encendido. Esto permite que parte del combustible no quemado llegue al colector de escape sobrecalentado, donde se enciende de manera explosiva, creando el “pop” o “bang” tan buscado.
¿Es recomendable tunear la ECU únicamente para los pops?
Es crucial señalar que reprogramar la ECU con el único objetivo de obtener bangs y crackles no es necesariamente una decisión trivial. Esta práctica, aunque muy popular, puede tener potencialmente consecuencias a largo plazo en la longevidad de ciertos elementos como el turbocompresor o el catalizador, especialmente si la mapificación es agresiva. La elección entre un stage 2 crackle tune y la ausencia de tune debe, por tanto, ser reflexionada detenidamente sopesando los pros y los contras.