Un volante de inercia es un componente del embrague voluminoso que tiene forma de disco grande. Está fijado al cigüeñal del motor y su objetivo principal es garantizar que la potencia del motor se transfiera suavemente. Neutraliza las vibraciones del cigüeñal y equilibra las fluctuaciones de las revoluciones del motor, almacenando el exceso de energía para su uso posterior. Esta energía se utiliza para mantener el motor en marcha cuando el conductor levanta el pie del acelerador, por ejemplo.
Estos componentes conectan el motor a la transmisión en los vehículos manuales, utilizando el embrague para transferir la potencia a las ruedas. Además, si el volante motor está dañado, será mucho más difícil cambiar de marcha correctamente y podría provocar daños irreversibles en el embrague. Por lo tanto, es esencial que el problema se diagnostique y resuelva lo antes posible.
TIPOS DE COMPONENTES
Estos discos suelen ser de acero, hierro fundido o aluminio. Cuanto mayor sea la inercia rotacional del disco, más eficazmente evitará fuertes fluctuaciones de velocidad. Existen dos tipos principales de volantes de inercia: los volantes de masa única y los volantes bimasa. Volantes de masa única:
Estos consisten en un solo disco metálico que no incluye piezas móviles, lo que reduce la complejidad de la unidad y facilita su mantenimiento. Estos componentes son muy resistentes al calor y a la deformación y pueden ser reacondicionados si es necesario. Además de ser duraderos, son mucho más económicos que las unidades dobles. Por otro lado, los componentes monolíticos ofrecen menos protección contra las vibraciones y son conocidos por ser ruidosos. Son más adecuados para vehículos de alta velocidad, como aquellos destinados a carreras y conducción todoterreno. Volantes bimasa:
Como probablemente puedas adivinar, estos volantes de inercia están compuestos por dos discos. Uno está conectado al embrague y el otro está fijado al cigüeñal. Además, incluyen resortes que amortiguan las vibraciones torsionales. Están diseñados para proteger más eficazmente los componentes del motor y de la transmisión. También pueden mejorar el rendimiento energético al permitir un uso más eficiente del motor. Estos suelen instalarse en vehículos grandes y pesados equipados con motores diésel. La desventaja es que no pueden ser reacondicionados y son más sensibles a los daños térmicos.
¿QUÉ CAUSA LOS DAÑOS EN EL VOLANTE DE INERCIA?
Varios factores contribuyen a un desgaste y fallo prematuros. Aquí están algunas de las causas más comunes:
- Mantenimiento deficiente. Si componentes como un nuevo motor de arranque o embrague no se instalan correctamente, otras piezas podrían dañarse o desalinearse. Además, si el embrague está dañado, se recomienda encarecidamente reemplazarlo lo antes posible. Si lo dejas, afectará al volante motor y los embragues son mucho más fáciles y económicos de reemplazar.
- Estado del motor y hábitos de conducción. Por ejemplo, puede ser causado por arranques irregulares del motor, cargas pesadas, conducción con una relación incorrecta y velocidades de arranque lentas.
- Sobrecalentamiento. Esto puede ser fatal para los discos, ya que pueden agrietarse o deformarse, y a menudo es causado por un embrague patinante.
SÍNTOMAS DE UN VOLANTE MOTOR DEFECTUOSO
- Un olor a quemado. Los conductores a menudo notarán un olor a quemado proveniente de la parte inferior del vehículo. Es un indicador de que el embrague no funciona o no se usa correctamente y el volante motor podría ser la causa. Por ejemplo, si el volante está deformado, el disco de embrague patinará y se desgastará, provocando un olor a quemado. Si el problema no se resuelve, el embrague eventualmente puede dejar de funcionar.
- Dificultad para cambiar de marcha. Un volante motor dañado hará que cambiar de marcha sea mucho más difícil, ya que el disco de embrague puede no desacoplarse correctamente. Los discos de volante agrietados son más propensos a deformarse, causando problemas de embrague y transmisión.
- Un pedal de embrague vibrante. Si el pedal del embrague vibra, podría ser una señal de que los soportes de resorte del volante motor están defectuosos. Esto podría deberse a una grieta o a un disco desgastado. El resorte está ahí para neutralizar las vibraciones cuando el embrague está acoplado.
- Traqueteo del embrague. Hay muchas causas para esto, pero el embrague traquetea cuando “salta” sobre el volante mientras está acoplado. Este ruido puede deberse a un disco de embrague helado o deformado, pero también puede ser provocado por pasadores de volante faltantes o dañados.
¿SE PUEDE CONDUCIR CON UN VOLANTE MOTOR DEFECTUOSO?
Es posible conducir con un volante motor defectuoso si los daños son menores. Sin embargo, esto no significa que sea recomendable hacerlo. La falla podría provocar daños más graves que afecten a los componentes del embrague, el cigüeñal y el motor mismo. Sentirás más vibraciones del motor y esto afectará su rendimiento general. Además, si sospechas de daños en el embrague, debes hacer inspeccionar el vehículo por un profesional lo antes posible.
¿ES POSIBLE REPARARLO?
Los volantes de masa única son más fáciles de reparar porque la superficie de los componentes puede restaurarse, mientras que los volantes bimasa generalmente requieren reemplazo, ya que los procesos de rectificado pueden afectar los componentes internos. Aquí es donde las cosas pueden empezar a volverse costosas, ya que a menudo es necesario reemplazar el embrague junto con el volante motor. Afortunadamente, hay muchos kits de embrague asequibles en el mercado.