Cómo asentar un motor nuevo (7 consejos para prolongar la vida de tu vehículo)
Comprar un coche nuevo es emocionante. Nada se compara con el olor de un vehículo nuevo y la facilidad de mantenimiento que ofrece un motor recién estrenado.
Si acabas de comprar un coche nuevo, es muy probable que quieras que tu nuevo motor dure unos buenos 20 años, o al menos hasta que decidas cambiarlo. La forma en que realizas el rodaje o asentamiento de un motor nuevo puede influir en su vida útil y salud a largo plazo.
¿Qué significa “asentar” un motor nuevo?
El “rodaje de un motor nuevo” se refiere al proceso que se realiza con un motor nuevo o reconstruido para garantizar que todos sus componentes encajen correctamente y funcionen de forma suave y coordinada. Durante el período de rodaje, las piezas móviles del motor, especialmente los segmentos de los pistones, las paredes de los cilindros, el árbol de levas, los cojinetes y otros componentes, se desgastan de manera controlada para crear un sellado hermético y eficiente.
El proceso de rodaje generalmente implica hacer funcionar el motor bajo diferentes cargas y velocidades durante un cierto kilometraje o período de tiempo. Los fabricantes suelen proporcionar directrices específicas para este proceso.
El objetivo es permitir que los componentes del motor se acoplen y desgasten de una manera que favorezca la longevidad y el rendimiento. Un rodaje adecuado puede ayudar a garantizar que el motor entregue la potencia prevista, mantenga un buen consumo de combustible y reduzca el consumo de aceite y las emisiones a lo largo de su vida útil.

Consejos para asentar un motor nuevo
Asentar un motor nuevo es bastante sencillo. Aquí tienes algunos consejos generales para ayudar a que tu motor dure más que el propio vehículo.
1) Sigue las recomendaciones del fabricante
Nadie conoce tu vehículo mejor que los ingenieros que lo diseñaron. Cuando un fabricante incluye un procedimiento de rodaje en el manual del propietario, debes seguir esa procedimiento (incluso si se desvía de esta guía).
Muchos fabricantes incluyen directrices para el rodaje del motor que suelen ser así: durante los primeros 1.000 km, varía las revoluciones del motor, evita aceleraciones a fondo y mantente por debajo de las 4.000 rpm.
Los vehículos modernos registran datos de telemetría en la ECU. Si alguna vez necesitas llevar tu vehículo para trabajos bajo garantía, es posible que el técnico revise la computadora del vehículo para ver a qué velocidad ibas, cuál fue el porcentaje máximo del acelerador y cuáles fueron tus revoluciones máximas.
Si condujiste el vehículo de forma brusca antes de alcanzar el kilometraje objetivo de rodaje, esto podría potencialmente causar problemas con la garantía del motor.
Ejemplo extraído del manual del propietario del Dodge Charger 2020 (con motor Hemi de 6,2 L):

2) Evita el régimen máximo (línea roja)
Al asentar un motor, las superficies de apoyo y los componentes rotativos se acoplan. Pequeñas partículas de metal se desgastan durante los primeros miles de kilómetros de un motor. Una vez que el motor se estabiliza, el desgaste será mínimo siempre que lo cuides.
Si haces girar un motor muy rápido antes de que esté asentado, corres el riesgo de dañarlo. Esto podría dañar las superficies de apoyo, las paredes del cilindro o los segmentos del pistón. Esto es especialmente cierto si haces girar el motor en caliente mientras lo llevas a regímenes elevados.
3) Evita las aceleraciones a fondo (al menos al principio)
Por las mismas razones por las que quieres evitar la línea roja, también debes evitar, si es posible, los acelerones a fondo. El régimen máximo ejerce una carga adicional sobre el motor, lo que tensiona los componentes que quizás no estén completamente asentados.
Un motor que no se ha asentado correctamente puede sufrir mayores pérdidas y un mayor consumo de aceite a medida que envejece. En casos extremos, incluso podrías gripar un cojinete. Un cojinete gripado requerirá una reconstrucción de la parte inferior del motor.

4) Sé suave con el embrague
Si tu motor es nuevo, lo más probable es que el resto de tu coche también lo sea. Esto significa que otros componentes también deben ser asentados hasta los 1.600 km aproximadamente, como el embrague.
Si tu nuevo vehículo tiene transmisión manual, es completamente normal notar un ligero olor a embrague quemado, incluso si eres suave con el embrague al conducir. Este olor debería disiparse en gran medida durante los primeros miles de kilómetros.
5) Varía el régimen del motor (evita el control de crucero)
Cuando varías las revoluciones del motor durante el rodaje, ayudas a que los segmentos de los pistones se asienten de manera uniforme. Aunque el control de crucero no es perjudicial para el motor, su uso en largas distancias durante el rodaje podría interferir con este proceso.
6) Evita el ralentí prolongado
Por las mismas razones por las que quieres evitar el control de crucero, también quieres evitar el ralentí prolongado. El ralentí hace funcionar el motor a una sola velocidad baja. También es deseable aplicar cierta carga al motor.
El motor funcionará mejor a temperatura de funcionamiento mientras opera bajo diversas cargas. A medida que acumules kilómetros en tu motor nuevo, puedes aumentar progresivamente la carga máxima que aplicas al motor.
7) Conduce por ciudad
Conducir por la ciudad es una forma sencilla de variar naturalmente la carga del motor. Cuando estás en un tráfico con paradas frecuentes o conduciendo de un semáforo a otro, los intervalos suaves de aceleración y rodaje por inercia son beneficiosos para un motor nuevo.
Desgaste y rodaje del motor
Los motores tendrán naturalmente más contaminantes en el aceite al principio de su vida útil debido al proceso de rodaje. Si realizas un análisis de aceite usado, notarás que estos contaminantes adicionales comienzan a disminuir y desaparecer durante los primeros 10.000 km aproximadamente.
Algunos elementos comunes que notarás en tu informe de análisis de aceite por encima del promedio son el cobre, el aluminio y el silicio. A medida que acumules kilómetros en el vehículo, es probable que estos valores caigan a partes por millón (PPM) de un solo dígito.