Los 6 síntomas de los tambores de freno desgastados
Hoy en día, pocos coches están equipados con frenos de tambor, pero en su día fue una opción popular para los automóviles. Si conduces un vehículo equipado con este sistema, es importante que conozcas los síntomas de un tambor de freno en mal estado.
En esta guía, examinamos más de cerca los síntomas que aparecen cuando los tambores de freno funcionan mal. También analizamos la función de los tambores de freno, su ubicación y el coste medio de sustitución. Al final del artículo, sabrás cómo comprobar los tambores de freno y obtendrás respuestas a tus principales preguntas.
Síntomas de tambores de freno en mal estado
Cuando los tambores de freno empiezan a fallar, notarás más ruido al frenar. El pedal también se volverá blando o esponjoso, y la potencia de frenado disminuirá. También podrías notar un pedal vibrante, una potencia de frenado irregular y problemas con el freno de estacionamiento.
Examina estos seis síntomas con más detalle.
1. Ruido al frenar
A menudo, el primer signo de un problema es un ruido excesivo al frenar. Una vez que el material de fricción de las zapatas se desgasta, el soporte metálico entra en contacto con el tambor, creando un ruido de raspado o chirrido tras accionar los frenos.
Este ruido también puede producirse si alguno de los elementos del sistema de frenado se ha soltado o está roto, como los muelles de retención. Los desechos, como piedras pequeñas y tierra, también pueden entrar en el tambor de freno y crear un ruido extraño.
2. Pedal de freno blando o esponjoso
Si el tambor de freno está desgastado o agrietado, el pedal puede sentirse esponjoso al pisarlo. Sin embargo, este problema es menos común que otros, ya que el tambor no suele romperse.
En su lugar, la causa más frecuente de un pedal blando es el aire presente en el sistema hidráulico. Tendrás que purgar el sistema para que los frenos recuperen la presión normal.
3. Disminución de la potencia de frenado
Cuando las zapatas y los tambores de freno están desgastados, puede que notes que es más difícil detener el vehículo. Con una cantidad inadecuada de material de fricción, se vuelve más complicado parar las ruedas.
Con el tiempo, las distancias de frenado empeorarán progresivamente. Por eso es mejor solucionar el problema antes de colisionar por detrás con otro vehículo.
4. Pedal de freno vibrante
Si los tambores de freno se deforman, no establecerán un contacto adecuado con las zapatas. En lugar de presionar uniformemente contra el tambor, las zapatas golpean con más fuerza en ciertas zonas, lo que provoca una vibración que se puede sentir a través del pedal.
Es importante señalar que los frenos de tambor no sufren las mismas pulsaciones que los frenos de disco. Las pastillas y los discos de freno suelen provocar muchas más vibraciones. Por eso se recomienda rectificar o sustituir los tambores ante los primeros signos de pulsación.
5. Problemas con el freno de estacionamiento
El freno de estacionamiento está conectado a los frenos traseros. Si tienes frenos de tambor defectuosos en la parte trasera, esta capacidad de frenado de emergencia también puede verse afectada.
Puede que notes que el freno de estacionamiento no sujeta el vehículo de forma estable. Sin embargo, el problema podría provenir del propio freno de estacionamiento, como un cable que necesita ajustes, por lo que se requiere un diagnóstico más profundo.
6. Potencia de frenado irregular
Existen muchas razones por las que un coche se va hacia un lado, siendo una posibilidad que los frenos de tambor estén defectuosos. No obstante, los frenos suelen desgastarse de manera uniforme, lo que provocaría problemas de rendimiento en todos los aspectos.
También sería conveniente considerar un posible problema en la suspensión combinado con un desgaste irregular de los neumáticos. En cualquier caso, es recomendable que revisen el problema para circular con más seguridad.
¿Cuál es la función de un tambor de freno?
Los tambores de freno giran en alineación con el cubo de la rueda, la llanta y el neumático. Cada vez que el vehículo está en movimiento, el tambor también gira junto a la rueda, a la que está conectado.
Las zapatas de freno están sujetas a una placa de soporte de acero, atornillada al muñón o al eje. Cuando pisas el pedal del freno, se libera líquido hidráulico en el cilindro de la rueda. Las zapatas se expanden, forzando al forro a entrar en contacto con el tambor de freno. Esta acción frena el tambor y la rueda al mismo tiempo.
¿Dónde se encuentran los tambores de freno?
Antes, se encontraban frenos de tambor en las cuatro ruedas del coche, pero normalmente ya no es el caso. Aunque muchos vehículos modernos tienen frenos de disco en las cuatro ruedas, algunos aún utilizan frenos de tambor en el eje trasero.
Los tambores de freno son de metal y tienen forma circular. Albergan las zapatas de freno pero no están fijos como estas. En su lugar, el tambor gira en alineación con las ruedas hasta que se aplican las zapatas.
¿Cómo se comprueban los tambores de freno?
Si quieres comprobar los tambores tú mismo, solo necesitas un equipo básico. Aquí tienes algunos pasos a considerar:
- Levanta el vehículo y asegúralo sobre gatos.
- Retira las ruedas y los tambores de freno. Si has conducido recientemente, ten cuidado al tocar los frenos porque pueden estar calientes.
- Inspecciona los cilindros de rueda y los forros. Si ves alguna sustancia en la placa de soporte, debes determinar si es una fuga de líquido de frenos o grasa. Puedes limpiar el líquido de frenos, pero necesitas saber de dónde está fugando.
- Inspecciona el grosor del forro de las zapatas de freno. Si tienen 1/8 de pulgada (aprox. 3 mm) o menos de grosor, es hora de sustituirlas.
- Inspecciona el tambor en busca de signos de desgaste. Si ves marcas de arañazos, necesitas rectificar o sustituir los tambores.
Debes tener a mano tu manual de mantenimiento y consultar las especificaciones del fabricante para el sistema de frenos. También se deben seguir las instrucciones adicionales proporcionadas por el fabricante.
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Si no estás familiarizado con el sistema de freno de tambor, te recomendamos encarecidamente que acudas a un mecánico para el diagnóstico y las reparaciones. Como profesionales, hemos visto a demasiadas personas intentar trabajar en sus propios frenos y terminar en desastre.
¿Cuánto cuesta sustituir los tambores de freno?
De media, espera gastar entre 225 y 375 dólares para sustituir los tambores de freno. Puedes gastar entre 150 y 250 dólares en piezas y entre 75 y 200 dólares adicionales en mano de obra. Si tienes conocimientos de mecánica y algunas herramientas simples, podrías sustituir los frenos de tambor tú mismo y ahorrar algo de dinero.
Siempre debes sustituir los frenos de tambor por pares. Así, si el lado derecho necesita ser reemplazado, es mejor sustituir también el izquierdo. Al cambiar ambos, te aseguras de que el rendimiento se mantenga igual en todo el eje. Además, puedes considerar sustituir las zapatas y los cilindros de freno al mismo tiempo, mientras todo está desmontado.
Para obtener una estimación más precisa, debes tener en cuenta varios factores:
- Marca/modelo de tu coche: Los coches de lujo suelen tener piezas más caras. Además, si los tambores de freno son difíciles de trabajar, la mano de obra será más costosa.
- Costes de mano de obra: Cada región tiene su propio coste medio de mano de obra para mecánicos. Si vives en una zona donde es más barato contratar a un mecánico, quizá no gastes tanto como pensabas.
- Piezas de recambio u OEM: Puedes optar por frenos de recambio si no te importa no tener la misma calidad que los de fábrica. Esta opción te ahorra algo de dinero, pero a menudo no tiene la misma garantía que las piezas OEM.
El lado positivo es que no deberías tener que cambiar los tambores muy a menudo. Con muchos tambores durando 200,000 millas (aprox. 322,000 km) en condiciones de conducción óptimas, es algo a lo que quizá nunca te enfrentes.
Cuando compres tu kit de sustitución, asegúrate de que incluye todo el hardware que necesitarás. De lo contrario, tendrás que comprar esos artículos por separado.
¿Es difícil sustituir los tambores de freno?
No es tan complicado como podría parecer. Aunque son diferentes a los frenos de disco, suelen ser igual de fáciles de trabajar. Si tienes conocimientos de mecánica y las herramientas necesarias para realizar el trabajo, puede que solo te lleve una hora o menos. De lo contrario, es mejor dejar el trabajo en manos de profesionales.
¿Cuántos años duran los frenos de tambor?
Los tambores en sí deberían durar fácilmente entre 150,000 y 200,000 millas (aprox. 241,000 – 322,000 km) si cuidas bien tu vehículo. Las zapatas de freno, por otro lado, deben sustituirse con más frecuencia. Es posible que necesites instalar zapatas nuevas cada 30,000 a 40,000 millas (aprox. 48,000 – 64,000 km), dependiendo de las condiciones de conducción.
¿Los tambores son más caros que los discos?
Los frenos de disco son más caros que los de tambor, pero no de forma sustancial. Si necesitas sustituir un juego de discos o tambores, en la mayoría de los casos gastarás menos en estos últimos. Además, los tambores no necesitan ser reemplazados tan a menudo como los discos de un sistema de freno de disco.
¿Cuántos frenos de tambor tiene un coche?
Todos los coches tienen cuatro frenos, uno para cada rueda. Si el coche está equipado con frenos de disco en las cuatro ruedas, no hay tambores. Los coches más antiguos solían fabricarse con frenos de tambor en las cuatro ruedas. Hoy en día, si un coche lleva frenos de tambor, normalmente solo se utilizan en las dos ruedas traseras.
¿Los tambores de freno desgastados hacen ruido?
Pueden producir ruidos de raspado o chirrido si están deformados y las zapatas no contactan correctamente. También puedes escuchar ruidos extraños cuando las zapatas necesitan ser reemplazadas. Ante los primeros signos de problemas en los frenos de tambor, es mejor inspeccionarlos para garantizar tu seguridad en carretera.
¿Cuál es el mayor problema de los frenos de tambor?
Aunque los frenos de tambor se consideraban la solución ideal para vehículos más antiguos, su diseño presenta varios defectos. En primer lugar, se sobrecalientan más rápido que los frenos de disco, lo que provoca un desvanecimiento del frenado más frecuente. También tardan más en secarse una vez que la humedad se convierte en un problema. Por último, son más pesados que los frenos de disco, añadiendo más peso al coche.
Aunque los frenos de tambor son cada vez menos populares, muchos coches aún los equipan. Si tienes uno de estos coches, querrás saber cómo reconocer los síntomas de su mal funcionamiento y aprender a sustituirlos tú mismo para ahorrar dinero. La buena noticia es que si estás familiarizado con los frenos de disco, el cambio a los frenos de tambor no debería ser demasiado complicado para ti.
Puedes comprobar fácilmente los tambores y las zapatas con regularidad para detectar cualquier signo de daño. Dado que los tambores y las zapatas son tan importantes para detener el vehículo a tiempo, nunca debes retrasar su sustitución una vez que compruebes que están desgastados.