No hay nada peor que el motor de tu coche se cale mientras conduces.
Si esto sucede, tendrás que salir de la carretera lo más rápido posible antes de que las ruedas se detengan por completo.
No confundas esta situación con la de tener una falta de potencia en tu vehículo. Esto se debe a que tu alternador o batería no logran suministrar la cantidad adecuada de energía necesaria.
Un motor que se para de repente hará que pierdas el control de tu vehículo en cierta medida, especialmente si conduces rápido. Tampoco lo oirás más. Esto puede ocurrir tanto con coches antiguos como nuevos.
Hay todo tipo de razones por las que el motor de un coche se pararía de repente mientras conduces. Para determinar cuál fue tu causa específica, aquí tienes seis de las causas más probables que puedes revisar y ver si se ajustan a la situación actual de tu vehículo.
1) Sobrecalentamiento del motor
La razón más común por la que un motor se para es que se está sobrecalentando. Como la cámara de combustión interna quema aire y combustible para crear energía térmica, esta se convierte en energía mecánica que hace funcionar las piezas y componentes del vehículo.
También permite al alternador convertir esta energía en energía eléctrica para los componentes eléctricos del vehículo. Sin embargo, si no hay suficiente líquido refrigerante en el motor para mantener las temperaturas en un rango normal, los pistones pueden empezar a fundirse. Esto provocará que el motor se pare de golpe.
2) Nivel bajo de aceite del motor
Dado que el aceite es lo que mantiene lubricados todos los componentes metálicos en movimiento de un motor para que funcionen con la menor resistencia, la falta de aceite puede ser catastrófica.
Si tienes una fuga de aceite en algún lugar que hace que tu nivel de aceite baje por debajo del mínimo, puede haber demasiada fricción entre los componentes metálicos que puede provocar que el motor se agarrote y se pare. Además, corres el riesgo de dañar el motor si permites que esto ocurra.
Por eso es tan importante revisar regularmente tu nivel de aceite.
3) Nivel bajo de líquido de transmisión
Al igual que el aceite del motor, se necesita una cierta cantidad de líquido de transmisión para el funcionamiento de tu vehículo. Si no tienes la cantidad correcta de líquido de transmisión en tu caja de cambios, esto puede provocar que tu motor se pare en cualquier momento mientras conduces, ya que tu transmisión puede sobrecalentarse y dañar los engranajes internos.
Al igual que con el aceite del motor, debes revisar regularmente para asegurarte de tener la cantidad correcta de líquido de transmisión en tu vehículo.
4) Motor no asegurado
Esta es una causa más rara de fallo del motor, pero puede ocurrir si los soportes del motor han fallado o si el motor ha sido reparado y no está correctamente fijado en su lugar.
Si los soportes del motor estaban rotos o no se utilizaban correctamente para fijar el motor, el motor vibraría abundantemente y probablemente se pararía debido a los daños causados a los componentes por las vibraciones.
5) Problemas eléctricos
Si el sistema informático o el sistema de encendido de tu vehículo tiene problemas eléctricos, no podrá enviar la señal eléctrica adecuada al motor. Esto hará que el motor se pare. Puedes ver la luz de advertencia del motor de control parpadeando en tu tablero justo antes de que esto suceda.
Si lo haces, debes llevar inmediatamente tu vehículo al taller antes de que el vehículo se pare mientras conduces. Nunca querrás correr riesgos cuando se trata de una luz de advertencia del motor.
6) Convertidor catalítico defectuoso
El sistema de escape del vehículo depende del catalizador para eliminar los gases de escape. Pero si el combustible contiene demasiadas impurezas o si el coche está demasiado rico, el convertidor no podrá manejarlo y eventualmente fallará.
Entonces, el convertidor catalítico puede obstruirse o el tubo de escape se saturará con demasiados gases de escape, lo que sobrecargará el motor y finalmente provocará un mal funcionamiento.