Los consejos tradicionales indican que cuando la banda de rodadura de tu neumático está desgastada hasta el punto donde la ranura mide solo 2/32 de pulgada
(y esta es la ley de profundidad de la banda de rodadura en algunos estados) o cuando aparecen las barras indicadoras de desgaste de la banda de rodadura, es hora de poner neumáticos nuevos en tu coche.
Sin embargo, con muchos neumáticos, los conductores experimentarán una pérdida significativa de tracción y capacidad de frenado de manera segura bajo la lluvia y la nieve para entonces. Dado que los neumáticos se desgastan gradualmente y muchos propietarios de vehículos no verifican regularmente la profundidad del dibujo o el desgaste desigual de sus neumáticos, la pérdida de tracción puede no volverse evidente hasta que el vehículo patine en lugar de detenerse de inmediato, como solía hacerlo.
Los neumáticos nuevos suelen tener una profundidad de banda de rodadura de 10/32 a 11/32 de pulgada cuando son nuevos. La banda de rodadura profunda, junto con las ranuras y las hendiduras cortadas en los lados de la banda de rodadura, permiten que el agua y la nieve escapen por debajo del neumático para mantener un agarre adecuado. A medida que la banda de rodadura se desgasta y las ranuras y hendiduras se vuelven menos profundas, más humedad queda atrapada bajo el neumático. Entonces, el neumático rueda sobre una superficie resbaladiza de agua (“hidroplaneo”) o nieve en lugar de “morder” el pavimento.
El resultado son distancias de frenado más largas, más patinaje de las ruedas al acelerar y menos agarre en las curvas.
Cuándo comienza a ocurrir este deslizamiento y patinaje, y qué tan grave es esta falta de tracción, variará según el diseño del neumático y podría ocurrir mucho antes de que parezca que tienes neumáticos lisos que necesitan ser reemplazados. Con algunos neumáticos, la pérdida de seguridad podría ocurrir cuando queda, digamos, 5/32 de pulgada de profundidad de banda de rodadura, lo que parece ser más que suficiente para evitar comprar neumáticos nuevos. Sin embargo, algunos neumáticos simplemente tienen mejor agarre en pavimento mojado y sobre nieve que otros y lo mantendrán con menos profundidad durante más kilómetros.
Los mecánicos pueden inspeccionar los neumáticos en busca de desgaste inusual o excesivo, medir la profundidad de la banda de rodadura con un calibrador e indicar la vida útil restante de los neumáticos. Los calibradores de profundidad para verificar neumáticos desgastados están disponibles en tiendas de repuestos para aficionados al bricolaje, además siempre está la prueba del centavo: Inserta un centavo con la cabeza de Lincoln (la parte superior de la cabeza debe ir primero) en una ranura de la banda de rodadura; si puedes ver la parte superior de la cabeza del honesto Abe, necesitas neumáticos nuevos.