Cuando un conductor pisa el freno para detener su vehículo, las pastillas de freno son el material de fricción que se presiona contra los discos que giran con las ruedas. Con el tiempo se desgastan y deben ser reemplazadas.
El número de años o kilómetros antes de que esto ocurra depende de dónde y cómo conduzcas, así como del tipo de pastillas.
Las pastillas están montadas en las pinzas de freno que tienen un orificio de inspección en la parte superior que te permite verificar el grosor de las pastillas en ambos lados del disco, también llamado rotor. En algunos vehículos con ruedas de aleación de aluminio, puedes revisar las pastillas exteriores con las ruedas puestas, pero en la mayoría de los casos, tendrás que levantar el coche y quitar las ruedas para observar las pastillas en ambos lados.
Los mecánicos utilizan diferentes pautas para determinar cuándo reemplazar las pastillas. Las pastillas nuevas varían entre aproximadamente 3/8 de pulgada y 1/2 pulgada de grosor cuando son nuevas, dependiendo del vehículo. Algunos talleres recomiendan reemplazar las pastillas cuando tienen alrededor de 1/4 de pulgada, otros dicen 1/8 o cuando solo queda entre el 20 y 25 por ciento del grosor original. El peligro de dejar que el grosor sea demasiado bajo es que, una vez que las pastillas se desgasten, la placa de soporte metálica sobre la que están montadas presionará contra el rotor, dañándolo generalmente más allá de toda reparación.
Muchos mecánicos miden las pastillas de la manera tradicional – con una regla – o utilizan herramientas diseñadas para inspeccionar y medir el grosor de las pastillas. Otra forma de verificar es tener pastillas de repuesto nuevas exactas para comparar.
Debido a que los frenos son una característica de seguridad tan importante en la conducción, el grosor de las pastillas no debería ser la única preocupación. Un taller de reparación también medirá el grosor de los rotores y si tanto ellos como las pastillas están desgastados de manera uniforme. Un desgaste desigual de las pastillas puede ser causado por guías o pasadores de la pinza atascados; las pinzas pueden requerir limpieza, lubricación o reemplazo. En todos estos casos, reemplazar solo las pastillas no resolverá todos los problemas.