En los automóviles con motores de combustión interna, el motor normalmente funciona a altas temperaturas. Esto es un resultado natural de mezclar combustible y aire para una combustión rápida que genera el movimiento que impulsa las ruedas. Esto crea la necesidad de enfriar el motor, y ahí es donde el sistema de refrigeración del motor juega un papel crucial. La parte más importante de este sistema es el refrigerante. Antes se usaba agua, y en invierno se mezclaba con anticongelante para evitar que el bloque del motor se convirtiera en un bloque de hielo. Con los avances tecnológicos, el agua simple dejó de usarse como refrigerante principal y se desarrollaron sensores para medir la temperatura del refrigerante.
¿Qué es un sensor de temperatura del refrigerante?
El sensor de temperatura del refrigerante fue desarrollado para medir la temperatura de funcionamiento del motor. En términos simples, el sensor emite una pequeña carga que la unidad de control del motor (ECU) puede leer. Esta carga es el resultado del voltaje que pasa a través de una resistencia dentro del sensor, y la resistencia disminuye a medida que aumenta la temperatura, y viceversa. Al medir el efecto de la disminución o el aumento de la resistencia, la ECU determina la temperatura medida. Básicamente, funciona igual que un termómetro antiguo, pero usa resistencia en lugar de mercurio para medir la temperatura.
Síntomas de un sensor de temperatura del refrigerante del motor defectuoso

Hay varios problemas que indican que el sensor de temperatura del refrigerante está dañado. Los más comunes incluyen un mayor consumo de combustible, dificultad para arrancar el motor y un aumento de las revoluciones en ralentí. Otros signos incluyen humo negro del tubo de escape y que el ventilador de refrigeración no funcione. A menudo, se encenderá la luz “Check Engine”. Estos problemas son causados por lecturas incorrectas, lo que hace que el sistema de combustible inyecte una cantidad inadecuada de combustible y que el sistema de refrigeración no se active por la ECU, sobrecalentando el motor. En tales casos, un sensor de temperatura del refrigerante defectuoso puede hacer que el coche no arranque en absoluto.
Diagnóstico de un sensor defectuoso
Hay varias formas de probar un sensor de temperatura del refrigerante defectuoso. Normalmente, los códigos de error OBD II de la ECU son la primera evidencia sólida de un sensor de temperatura del refrigerante defectuoso. Los códigos relevantes están en el rango de P0115 a P0119. Si aparece alguno de estos códigos o sospechas que el sensor de refrigerante es la causa del problema, sigue estos pasos:
Si no puedes arrancar el motor, puedes simular lecturas en caliente y en frío sumergiendo el sensor en agua fría y caliente. Asegúrate de que el sensor sea lo suficientemente resistente al agua y no sumerjas los terminales. Usa agua fría y agua casi hirviendo para obtener las lecturas. Al quitar el sensor, asegúrate de que el vehículo esté apagado y la llave no esté en el encendido. Esto previene descargas eléctricas.
Puedes encontrar valores más precisos sobre el voltaje y la resistencia esperados del sensor de temperatura del refrigerante en la documentación técnica o en línea. Si los valores que recibes no son claros, consulta estas cifras.
Reemplazo de un sensor defectuoso
Desafortunadamente, un sensor de temperatura del refrigerante defectuoso en realidad no se puede reparar, y necesitarás comprar uno nuevo. Afortunadamente, no son particularmente caros. El proceso de reemplazo es bastante simple y puedes hacerlo en casa:
