
Nada dura para siempre, y los rotores de freno no son una excepción.
Después de todo, los rotores de freno soportan mucho cada vez que frenas.
El tiempo que tardan en desgastarse depende de varios factores: la facilidad de enfriamiento del rotor, la forma en que frenas, la calidad de las pastillas de freno y la exposición a contaminantes como el polvo.
Sin embargo, entre los factores anteriores, las pastillas de freno son las más importantes porque entran en contacto directo con el rotor cada vez que frenas. Por lo tanto, debes evitar comprar pastillas de freno con un alto porcentaje de metal.
Es mejor optar por materiales de baja fricción, como la cerámica.
Reacondicionamiento de rotores de freno
Los rotores de freno pueden reacondicionarse si tienen ligeras irregularidades. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se recomienda el reacondicionamiento porque puede hacer que los frenos del coche sean ruidosos. Al reacondicionar un rotor, básicamente estás eliminando una capa de metal. Esto hace que el rotor eventualmente se vuelva demasiado delgado y no sea seguro para conducir. Por lo tanto, no debes reacondicionar los rotores cada vez que cambies las pastillas de freno.
También debes recordar que no reacondicionar los rotores de freno cuando es necesario puede hacer que las pastillas de freno se desgasten innecesariamente más rápido. Una superficie irregular del rotor de freno puede acortar la vida útil de las pastillas de freno y aumentar los costes de mantenimiento.
Sin embargo, reacondicionar los rotores de freno no es muy caro. Muchos mecánicos solo cobran entre 20 y 30 dólares por rotor. Dependiendo del grado de daño del rotor, puedes esperar precios más altos.
Sustitución de rotores de freno
Gracias a la disponibilidad de piezas originales, el propietario medio de un coche puede sustituir fácilmente las piezas del vehículo sin gastar demasiado dinero. En algunos casos, especialmente si eres un mecánico aficionado, puede ser más barato sustituir los rotores que reacondicionarlos. Reacondicionar en casa puede ser costoso, por lo que es mejor sustituirlos que reacondicionarlos.
Afortunadamente, los rotores nuevos son muy fáciles de instalar. Ya están completamente terminados, por lo que no necesitan preparación para la instalación. Simplemente quita el rotor viejo, instala el nuevo y listo.
Debes tener en cuenta que el coste de sustitución varía según la marca y el modelo del coche. Un rotor de freno original para un sedán medio puede costar más de 140 dólares. Mientras tanto, un rotor original para un coche de lujo puede costar más de 300 dólares.
Básicamente, la elección depende de ti. Si reacondicionar es más rentable para ti, elígelo. Si no, considera siempre la sustitución después de haber reacondicionado los rotores de freno dos veces.
Cosas a considerar antes de sustituir o reacondicionar rotores
Antes de entrar en el debate de reacondicionar o sustituir rotores, debemos hablar de las características de un rotor de calidad.
1. Grosor del rotor
Rotores de freno
Los fabricantes prestan mucha atención a la calidad de los rotores, por lo que han lanzado rotores que pueden durar al menos dos juegos de pastillas de freno. Sin embargo, la competencia por vehículos más ligeros y la reducción de costes ha hecho que los rotores de freno se vean sacrificados. Los fabricantes ahora producen rotores delgados que se desgastan rápidamente. En algunos casos, los rotores de freno pueden desgastarse incluso más rápido que las pastillas de freno.
Para abordar este problema, los rotores vienen con una especificación de grosor mínimo. Esta especificación es necesaria para garantizar una frenada segura. Si el rotor se desgasta y ya no cumple con la especificación de grosor mínimo, debe ser sustituido. De lo contrario, el rotor de freno puede reacondicionarse y reutilizarse.
2. Desgaste irregular del rotor
Otro problema importante con los rotores de freno es el desgaste irregular. El desgaste irregular puede resultar de comportamientos de conducción agresivos. Un lado del rotor puede desgastarse más que el otro, causando problemas al frenar.
En general, un rotor con un lateral de menos de 0,002 pulgadas está en buenas condiciones. Este problema puede solucionarse reacondicionando el rotor de freno. Si el problema persiste, puedes decidir sustituirlo.
3. Corrosión
La corrosión es el enemigo de tu coche. Es especialmente mala para los rotores porque son una parte integral de tu vehículo. La corrosión y el óxido pueden afectar a tu coche si no lo conduces durante un período prolongado. Los rotores de freno son los más susceptibles a estos daños porque están expuestos a la humedad y al polvo.
Puedes notar los efectos del óxido cuando conduces tu coche después de no haberlo hecho durante una o dos semanas. Esto es malo porque debilita el rotor con el tiempo, y puedes escuchar un chirrido la primera vez que conduzcas después de un tiempo. Las pastillas de freno eventualmente eliminarán el óxido del rotor, pero la fuerza de frenado se reducirá durante un tiempo.
4. Efectos del calor
Cuando frenas con frecuencia mientras conduces, los frenos se calientan. Frenar repetidamente puede hacer que pierdas la capacidad de frenar eficazmente. Este calor es causado por la fricción, y la fricción no es la mejor amiga de tu coche. La fricción que se produce cuando las pastillas de freno presionan contra el rotor debe disiparse eficazmente para que los frenos funcionen.
Esta disipación se realiza a través de pequeñas ranuras en la parte posterior del rotor, también conocidas como aletas de refrigeración.
Sin embargo, estas aberturas no pueden disipar demasiado calor. Si no se disipa lo suficiente, tu rotor puede fundirse y los frenos fallar por completo. El sobrecalentamiento del rotor es causado por una conducción agresiva, conducir cuesta abajo y remolcar cargas pesadas.
5. Inspección del rotor
Cada vez que cambies las pastillas de freno, debes inspeccionar adecuadamente los rotores de freno. Los rotores deben medirse para determinar si cumplen con los requisitos de grosor mínimo y si contienen suficiente metal para garantizar una frenada adecuada.
Si el rotor no cumple con los requisitos de grosor, debe ser sustituido por uno nuevo. De lo contrario, si el rotor tiene grietas, desgaste irregular u óxido, siempre puedes reacondicionarlo a un coste razonable y mantener los rotores de freno como nuevos.