Porsche ahora considera cambios de marcha simulados en sus vehículos eléctricos, un giro sorprendente después de haberse opuesto inicialmente a ello. El año pasado, un piloto de desarrollo de la marca calificó estos sistemas como “inútiles”. Sin embargo, como demostró el Hyundai Ioniq 5 N, la falta de valor práctico no impide que una función sea entretenida y enriquezca la experiencia de conducción.
Una perspectiva de ingeniería que evoluciona
La postura inicial de Porsche era lógica desde un punto de vista técnico. Un cambio de marcha en un motor de combustión conlleva una breve interrupción de la potencia, lo que es un inconveniente durante la aceleración. Para un motor eléctrico que no lo necesita, parecía razonable simplemente evitarlo.
Sin embargo, durante una prueba del prototipo del Cayenne eléctrico, Sascha Niesen, responsable de validación de prototipos del Cayenne en Porsche, insinuó que la marca ya no estaba tan firmemente en contra de esta idea.
Un prototipo con una caja de cambios simulada de ocho velocidades
No solo Porsche está abierta a la idea, sino que ya ha construido un prototipo equipado con una caja de cambios simulada de ocho marchas, acompañada de ruidos de motor. No se trata de pitidos sintéticos, sino de sonidos auténticos, los de un V8 tradicional, específicamente grabados a partir de un Cayenne V8.
“Hemos grabado los ruidos tanto para el interior del habitáculo como para el exterior, el sonido que sale del escape”, explicó Niesen. Adaptar este sonido a los motores eléctricos, que giran a regímenes muy diferentes, requiere un ajuste fino para modular el sonido en un rango de revoluciones mucho más amplio.
“Cambios de marcha virtuales” que requieren hardware
Niesen confirmó que los “cambios de marcha virtuales” están siendo estudiados. A diferencia de una simple actualización de software, su implementación requeriría hardware adicional, como levas en el volante, ausentes en el prototipo actual del Cayenne EV.
Porsche ha construido un vehículo conceptual con estas levas. Niesen, que lo condujo en marzo, admite haber sido escéptico al principio, temiendo un artilugio artificial diseñado por “geeks del software”. Pero el proyecto estaba en realidad dirigido por ingenieros experimentados que habían trabajado en las cajas de cambios automáticas de doble embrague y con convertidor de par de la marca.
Una sensación auténtica que sorprende
“Saben lo que hacen”, afirmó. “Han logrado darle la sensación de una verdadera caja automática con convertidor de par. No pude notar la diferencia.” El resultado lo convenció, superando todas sus expectativas.
Una opción para el compromiso del conductor, no una obligación
Niesen reconoce que no todos los clientes reclaman esta funcionalidad, especialmente en el universo del VE. Sin embargo, existe un mercado para este nivel de compromiso con la conducción. El valor añadido reside en que puede activarse o desactivarse a voluntad.
“Esa es la clave”, subraya. “Hay que dar al cliente la posibilidad de estar más comprometido, pero en un VE, no puede ser obligatorio.” Establece un paralelismo con las transmisiones continuamente variables (CVT) que introdujeron marchas simuladas para una sensación más natural, sin que fuera necesario.
A menudo, en la batalla entre las necesidades y los deseos, son los deseos los que prevalecen. Porsche parece haber comprendido que la emoción de conducir también puede lograrse mediante una buena simulación.