Si sigues a los espías de nuevos modelos, seguramente habrás notado una tendencia en Porsche. Mientras la mayoría de fabricantes visten sus prototipos con patrones complejos para confundir, Porsche adopta una estrategia diferente: un acabado negro mate con pegatinas que imitan faros y luces traseras mucho más grandes que los reales. Esta táctica busca ocultar los verdaderos haces de luz a distancia, hasta el punto de poder atribuir el vehículo a otra marca. Precisamente por eso los prototipos del Cayenne eléctrico lucen pegatinas traseras que evocan las luces pixeladas de Hyundai.
La estrategia de camuflaje de Porsche descifrada
Consultado al respecto, Sascha Niesen, responsable de validación de prototipos Cayenne, explicó la lógica detrás de esta elección. “O tienes un vehículo anterior que quieres hacer parecer a este, o quieres que parezca algo completamente diferente”, declara. En la parte delantera, el camuflaje reproduce la forma de un faro existente para ocultar la nueva firma lumínica, más delgada. En la parte trasera, el falso grupo óptico en barra, inspirado en el Ioniq 5, distrae la mirada de la verdadera barra luminosa Porsche oculta debajo.
Un proceso de aprobación riguroso
En Porsche, incluso el camuflaje está sujeto a un exigente proceso de validación. Los bocetos de los diseños se presentan a Michael Steiner, miembro del consejo directivo a cargo del desarrollo, quien da su aprobación final. Varios proyectos se prueban en un vehículo antes de ser seleccionados para toda la flota de pruebas.
La ventaja del negro sobre el camuflaje rayado
Para Sascha Niesen, el negro sigue siendo la mejor opción. “Honestamente, no sabemos realmente por qué otras empresas usan ese patrón rayado en sus prototipos, porque grita ‘¡Hola, soy un prototipo!’. Todo el mundo mira. Para nosotros, siempre es simplemente negro”. Ilustra su punto con una anécdota: durante una parada de carga, tres Porsche negras pasaban desapercibidas mientras un Audi Q6 camuflado como cebra atraía inmediatamente todas las miradas.