Una conductora de California está siendo inundada con multas por infracciones de tráfico que no cometió. ¿La causa del problema? Una placa de matrícula falsa, casi idéntica a su placa de matrícula auténtica, que se vende en línea.

La pesadilla administrativa de una automovilista
Este caso inusual resalta los problemas potenciales asociados con la venta de placas de matrícula personalizadas. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, comenzó a recibir multas por exceso de velocidad, saltarse semáforos en rojo y violaciones de estacionamiento en ciudades que nunca había visitado.
La proliferación de placas falsas en línea
Las autoridades rápidamente identificaron la raíz del problema: una réplica casi perfecta de su placa de matrícula oficial, pedida por un tercero a través de Internet. Estas placas “falsas” permiten a los compradores cometer infracciones con impunidad, mientras que el propietario legítimo de la placa replicada sufre las consecuencias financieras y administrativas.

El complejo proceso de impugnación
El procedimiento para demostrar su inocencia y anular cada una de las multas injustas resulta ser largo y engorroso. La conductora debe proporcionar pruebas de su inocencia para cada infracción supuesta, un proceso que puede llevar meses y generar un estrés significativo.