El Mercedes-Benz GLC, el histórico best-seller de la marca, se vuelve eléctrico. El fabricante alemán introduce una versión 100% eléctrica de su SUV familiar, que complementará la oferta existente en versiones térmica e híbrida enchufable. Para atraer a su clientela, apuesta por una tecnología de vanguardia, encarnada por la opción MBUX Hyperscreen de 39,1 pulgadas, y un branding muy marcado con nada menos que 13 logotipos de Mercedes visibles en la carrocería. ¿Serás capaz de localizarlos todos?
Una identidad Mercedes ultra-marcada
El primer logotipo es el más evidente, adornando la ancha parrilla. Un segundo se alza en el capó, justo encima. Escrutando los faros, descubrirás otro en cada uno de ellos. La silueta sigue siendo fiel a la de los modelos térmicos, pero un detalle salta a la vista: cada llanta luce con orgullo el emblema de tres puntas, es decir, cuatro logotipos más.
La parte trasera es el ámbito donde el diseño eléctrico se distingue más. La barra luminosa que atraviesa el portón incorpora cuatro (4) logotipos Mercedes-Benz adicionales. Añade a eso el emblema plateado clásico en el centro, y la cuenta está hecha: 13 estrellas en total para afirmar su pertenencia a la marca.
Una tecnología de iluminación espectacular
La estrella en la parte delantera incluso está iluminada. Mercedes afirma que solo la parrilla cuenta con 942 puntos luminosos. De forma opcional, es posible personalizar esta parrilla con animaciones especiales para un estilo único y personalizable.
Prestaciones y confort dignos de un Benz
La acabado superior, GLC400 4Matic con EQ Technology, desarrolla una potencia de 483 caballos. Está dotada de equipos de vanguardia como la dirección trasera (4,5 grados) para una maniobrabilidad óptima. El confort de suspensión, sello de Mercedes, está asegurado por una suspensión neumática inteligente opcional, heredada del Clase S. La capacidad de remolque alcanza hasta 2.400 kg.
El habitáculo, un verdadero salón high-tech
El interior es el escenario de las innovaciones más espectaculares. El MBUX Hyperscreen, aunque opcional, debería equipar a la mayoría de los vehículos. Se trata de la pantalla continua más ancha jamás instalada en un Mercedes-Benz (39,1 pulgadas). Once motivos de fondo están disponibles, modificando simultáneamente la visualización y la iluminación ambiental para crear una atmósfera única.
Entretenimiento e inteligencia artificial
La pantalla permite ejecutar varias aplicaciones de streaming de video, incluyendo Disney+. Así, los pasajeros pueden disfrutar de sus películas o series favoritas durante los largos trayectos. La experiencia de audio se ve realzada por el sistema de sonido surround Burmester 3D opcional, o incluso el sistema 4D que añade vibraciones táctiles de bajos en los asientos.
Mercedes se jacta de ofrecer el primer sistema de infoentretenimiento del mundo en utilizar la inteligencia artificial de Microsoft y de Google. El asistente virtual MBUX se nutre de ambas fuentes para realizar cada tarea de manera óptima, pudiendo incluso alternar entre ellas en el transcurso de una misma conversación. Presente en forma de un avatar “viviente” con forma del logotipo de Mercedes, se describe como “inteligente, fácil de hablar y empático”.
Techo panorámico y ayuda a la conducción
El techo panorámico Sky Control, que alterna opacidad y transparencia a voluntad, sigue estando disponible. Cuenta con nueve segmentos controlables individualmente, incluso mediante el asistente de voz. Para garantizar la seguridad, el GLC eléctrico dispone de un sistema avanzado de ayuda a la conducción que se basa en diez cámaras externas, cinco sensores de radar y doce sensores ultrasónicos.
Precio y posicionamiento en el mercado
Mercedes no ha comunicado el precio del GLC eléctrico, pero se posicionará probablemente por encima del modelo híbrido enchufable GLC 350e 4Matic, facturado a partir de 60.300 dólares estadounidenses. El monto del sobreprecio para la versión eléctrica queda por confirmar. Con este nivel de tecnología, Mercedes espera ofrecer mucho más que una simple motorización eléctrica para convencer a los compradores. El éxito de esta estrategia se medirá por las ventas en el año venidero.