Mecum Auctions に異議あり:問題のあるオークション後に買い手が損害を訴える

Posted by

Bobby Adams pensaba haber ganado un Lincoln Continental Mark II Cupé Deportivo de 1956 por 31.000 dólares en una subasta de Mecum. Su última oferta era la más alta cuando cayó el martillo, pero inmediatamente después el subastador aceptó una nueva puja y aumentó la oferta a 32.000 dólares. Adams estaba furioso por la decisión de continuar con la venta y desde entonces ha criticado duramente a Mecum en las redes sociales, ganándose el apoyo de miles de personas.

El incidente grabado y la controversia pública

Todo el suceso fue documentado por el equipo personal de Adams y el equipo de grabación de Mecum. Las imágenes, ampliamente compartidas, permiten a cualquiera formarse su propia opinión sobre la secuencia controvertida: ¿el martillo ya había caído y se había declarado “vendido” antes de que se aceptara la nueva oferta?

Adams y miles de usuarios de Internet están convencidos de que el Lincoln era legítimamente suyo. Testigos presentes entre el público cuestionaron inmediatamente la decisión del personal de Mecum, y algunos apoyaron a Adams mientras expresaba su descontento con la empresa de subastas de manera muy directa.

La defensa de Mecum Auctions

Mecum sostiene que la venta fue justa y se llevó a cabo según las reglas. Sam Murtaugh, Director de Operaciones de Mecum, proporcionó una respuesta oficial:

“Si se escucha atentamente el video de las redes sociales, se puede oír claramente que se anunció una puja antes de que cayera el martillo. En ese momento, el subastador, ejerciendo su discreción de acuerdo con la ley de California, aceptó la oferta y continuó la venta. Mecum Auctions representa tanto a compradores como a vendedores, y el subastador tiene una doble responsabilidad que incluye asegurar que el vendedor obtenga el precio más alto posible por su vehículo.”

La cuestión de la interpretación legal

La legalidad de la venta está en duda según el Código Comercial de California, que establece que “una venta en subasta se completa cuando el subastador deja caer el martillo o de otra manera anuncia la finalización”. Irónicamente, Mecum citó la misma norma para justificar sus acciones, argumentando que el anuncio no se había formalizado finalmente.

La empresa de subastas también destacó que el contrato del licitador establece que “la determinación del subastador en tales circunstancias es final e inapelable”.

Sin demanda, pero con voluntad de cambio

Contactado para hacer comentarios, Adams mencionó que varios abogados le habían ofrecido demandar a Mecum pro bono. Sin embargo, aclaró que por ahora no forma parte de ese plan.

“No quiero demandar a nadie. Pero quiero ver cambios. No creo que ir a los tribunales mejore mucho las cosas. Incluso si gano, no cambiará cómo operan. El verdadero impacto viene de que la gente alce la voz y muestre lo que está pasando. Por eso compartí el video.”

Hacia un nuevo proyecto

Adams, familiarizado con las subastas, ahora está trabajando en la creación de su propia plataforma. Afirma: “Es hora de cambiar cómo se manejan las subastas, y yo voy a ser quien impulse eso.”

Una cosa es segura: Adams no es el feliz propietario del Lincoln de 1956, y este incidente ha dañado gravemente la imagen de Mecum Auctions.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *