Los coches podrían aumentar de peso debido a los aranceles y la desregulación, según analistas
Las ayudas para los coches eléctricos y las normativas sobre emisiones podrían no ser las únicas víctimas de la actual administración en Estados Unidos. Con la eliminación de las multas de la EPA por infracciones de emisiones y los costes adicionales de los aranceles, los fabricantes de automóviles están bajo presión para eliminar materiales ligeros costosos de sus diseños y controlar la inflación de los precios. En otras palabras, el peso en vacío de tu próximo coche podría aumentar tanto como su precio de venta.
Un aumento de costes significativo para los fabricantes
Según Automotive News, el Center for Automotive Research estima que los fabricantes tendrán que absorber una media de 4600 dólares en costes adicionales por vehículo producido para 2027. Ante las reacciones negativas sobre el aumento de precios tras la COVID, los fabricantes buscan formas de evitar un shock tarifario, y esto probablemente pasará por el uso de componentes más baratos fabricados con materiales más pesados y menos costosos. Hay que esperar un aumento del uso de aceros de menor calidad y una menor proliferación de aleaciones de aluminio y composites avanzados, al menos para los coches cuyo mercado principal sea Estados Unidos.
El fin de un gran incentivo para la reducción de peso
Aunque nos gusta creer que los coches deportivos ligeros lideran el desarrollo del automóvil, la eficiencia era el principal motor detrás del creciente uso de materiales de alta tecnología. Tanto los vehículos de combustión interna como los eléctricos se han beneficiado enormemente de la reducción de peso, siendo estos últimos incentivados para aumentar su autonomía. Ahora que los vehículos destinados al mercado estadounidense ya no estarán sujetos a multas por consumo de combustible y que los incentivos fiscales gubernamentales para los VE están a punto de desaparecer, la presión para gastar más en componentes ligeros se ha evaporado.
El sueño de un coche deportivo asequible se aleja
Entonces, ¿dónde está ese mítico coche deportivo básico, muy barato, con cambio manual y un V8 que nos prometieron una vez que se levantaran las regulaciones gubernamentales? No nos hagamos muchas ilusiones. Como ya hemos visto con Dodge y Ram, simplemente reducir el poder de la EPA no será suficiente, y la administración necesitará tiempo para enfrentarse de nuevo al CARB y a los otros 16 estados (más Washington D.C.) que han basado su marco regulatorio en el de California.
Ciclos de desarrollo demasiado largos para cambios rápidos
Además, dado que los fabricantes de automóviles trabajan con ciclos de desarrollo que generalmente se extienden de tres a cinco años como mínimo, una administración puede ir y venir durante el tiempo necesario para llevar un solo modelo del concepto a la producción. La posibilidad de otro cambio político importante limitará la capacidad de una industria ya tímida para dar saltos audaces dirigidos a un público que apenas representa más del 2% de los compradores de coches. Incluso si un fabricante tuviera un diseño listo en el cajón, el coste potencial de un fracaso sigue siendo muy elevado.
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Este artículo es una adaptación de «Cars Will Get Heavier Thanks to Higher Tariffs, Deregulation: Analysts» publicado originalmente en The Drive.