La realidad de los sistemas de audio originales en vehículos no premium
La pregunta “¿Cómo habría sido si la calidad del sonido no fuera mala?” refleja perfectamente la esencia de los sistemas de audio originales en vehículos nuevos. En 2025, es cierto que automóviles de lujo como el Lincoln Nautilus o el Mercedes E350 incorporan sistemas de audio con calidad sonora excepcional. Sin embargo, estos vehículos pertenecen a un segmento de precio superior a 70.000 dólares. En una era donde muchos consumidores invierten en auriculares inalámbricos de alrededor de 400 dólares, los sistemas de audio de los vehículos convencionales muestran claras evidencias de reducción de costes.
Prioridades de los fabricantes
Los fabricantes de automóviles sitúan los sistemas de audio en un nivel bajo de prioridad entre múltiples factores como el rendimiento del motor, la seguridad, el consumo de combustible y el diseño. Especialmente en modelos de gama media y baja, suelen ser objeto de recortes de costes. Los altavoces utilizados se limitan a modelos básicos y la potencia del amplificador tiende a ser la mínima indispensable.
Impacto en la experiencia del usuario
Como resultado, muchos conductores se enfrentan a un sonido plano sin profundidad, graves poco definidos y distorsiones ocasionales. En viajes largos, esta mala calidad de sonido frecuentemente contribuye a la fatiga. Para los amantes de la música, la mejora del audio del vehículo suele convertirse en una necesidad.
El camino hacia la mejora de la calidad de sonido
En los últimos años, algunos fabricantes han comenzado a trabajar en la mejora de los sistemas de audio. Gracias a colaboraciones con marcas de audio reconocidas y avances en el procesamiento digital de señales, cada vez hay más modelos de gama media que ofrecen una calidad de sonido satisfactoria. No obstante, si se busca una experiencia auditiva realmente excelente, la realidad es que sigue siendo necesaria una inversión adicional.