La policía destruye un Dodge Durango Hellcat para disuadir a los participantes de las tomas de calles. Todos hemos escuchado los eslóganes sobre seguridad vial. Pero, ante el aumento de las tomas de calles, la policía de Louisville decidió pasar a la acción con un mensaje impactante: la destrucción pública de un Dodge Durango Hellcat.
Una operación contundente con cobertura mediática
El Jefe de Policía de Louisville, Paul L. Humphrey, y el Alcalde Craig Greenberg llevaron a cabo esta campaña de concienciación el miércoles por la tarde. Transmitieron en vivo por Facebook e invitaron a los medios locales a una conferencia de prensa para anunciar la postura firme del gobierno de Louisville contra las carreras callejeras.
“Este es un mensaje para quienes quieran participar en estas actividades peligrosas”, declaró el Jefe de Policía Humphrey. “No lo permitiremos en las calles de Louisville”.
El trágico destino del Durango Hellcat
El Jefe Humphrey admitió: “Si este coche fuera legal, me habría gustado añadirlo a nuestra flota”. Desafortunadamente, el vehículo estaba equipado con piezas robadas de varios coches diferentes. El propietario no fue acusado, ya que afirmó no conocer el origen sospechoso del vehículo. Este Durango Hellcat en concreto fue incautado durante el evento Street Rod Nationals del año pasado y había estado bajo custodia policial desde entonces.
Intensificación de las medidas
Desde 2023, de los 167 vehículos incautados por la policía por carreras y tomas de calles, cuatro han sido subastados. Los ingresos de estas ventas se destinaron directamente al departamento de policía. Aunque aún no se ha incorporado ninguno a la flota oficial, parece que esta posibilidad se está considerando para el futuro.
El drama humano detrás de la represión
“Cuando escuchamos sobre carreras ilegales o tomas de calles en nuestra ciudad, la policía interviene y las detiene”, exclamó el Alcalde Greenberg. Continuó rindiendo homenaje a Myrtle Wacker, una residente de Louisville de 77 años que fue asesinada por corredores callejeros en octubre de 2024. En el incidente, un Ford Mustang que circulaba a 193 km/h chocó contra la Sra. Wacker y su marido de 74 años, resultando ella muerta y él gravemente herido.
El Alcalde Greenberg luego operó una excavadora hidráulica para decidir el destino del SUV de 710 caballos de fuerza.