Marca china supera límites con derrape eléctrico histórico
El fabricante automotriz GAC ha conseguido establecer un nuevo récord mundial al realizar un derrape controlado a 213 km/h con un vehículo completamente eléctrico. Esta hazaña, lograda con el modelo Hyptec SSR, demuestra las capacidades técnicas que están alcanzando los coches eléctricos en términos de potencia y control.
Tecnología detrás del récord
Para conseguir esta marca inédita, GAC equipó su deportivo eléctrico con un sistema de tracción integral y tecnología de vectorización de par. Estos sistemas permiten distribuir la potencia de manera independiente a cada rueda, facilitando el mantenimiento del derrape a altas velocidades mientras se conserva el control del vehículo. La batería de alto rendimiento del Hyptec SSR proporciona la energía necesaria para mantener la potencia constante durante la maniobra, mientras que los neumáticos especializados ofrecen el agarre y deslizamiento controlado requeridos para este tipo de acrobacias automovilísticas.
Significado para la industria eléctrica
Más allá del aspecto espectacular, este logro técnico representa un avance significativo en el desarrollo de vehículos eléctricos de alto rendimiento. Demuestra que la tecnología eléctrica puede igualar e incluso superar a los motores de combustión en disciplinas que requieren una entrega de potencia instantánea y precisa. Los sistemas de control de estabilidad y los algoritmos de gestión de potencia desarrollados para este récord eventualmente podrían filtrarse a vehículos de producción en serie, mejorando la seguridad y el rendimiento de los coches eléctricos convencionales.
El futuro del rendimiento eléctrico
Este récord abre nuevas posibilidades para el mundo del automovilismo deportivo eléctrico. Competiciones como el drifting eléctrico podrían ganar popularidad, mostrando un lado más emocionante y dinámico de la movilidad cero emisiones. Los fabricantes continúan explorando los límites de lo posible con la tecnología eléctrica, demostrando que la transición hacia la electrificación no significa renunciar a la emoción y el rendimiento extremo que tradicionalmente han caracterizado al automovilismo de competición.