Esta tecnología realiza un sorprendente regreso al primer plano. El grupo automovilístico Stellantis ha depositado una patente para una nueva generación de frenos de tambor. Esta innovación mayor es una respuesta directa a la próxima llegada de las normas antipolución Euro 7, conocidas por ser particularmente restrictivas para los sistemas de frenado tradicionales.
Una respuesta a las normas Euro 7
El objetivo principal de este nuevo sistema patentado es responder a las exigencias estrictas de las futuras normas Euro 7. Estas regulaciones europeas, que entrarán en vigor en los próximos años, buscan reducir drásticamente las emisiones contaminantes de todos los vehículos, y no solo las provenientes del motor. También se enfocan en las partículas emitidas por el desgaste de neumáticos y frenos.
Capturar el polvo de frenado
La particularidad de esta patente de Stellantis reside en su capacidad para capturar el polvo de frenado. A diferencia de los frenos de disco que liberan estas partículas finas directamente al aire, el nuevo diseño en circuito cerrado de los tambores permitiría contenerlas y recolectarlas eficazmente. Este avance tecnológico limitaría así significativamente las emisiones de partículas contaminantes, un reto sanitario y medioambiental mayor.
El regreso en gracia de una tecnología antigua
Durante mucho tiempo abandonados en favor de los frenos de disco, a menudo percibidos como más eficaces, los frenos de tambor podrían así conocer un verdadero regreso en gracia. Su arquitectura encapsulada resulta ser una ventaja decisiva para responder a los desafíos de la contaminación por partículas. Stellantis apuesta por esta tecnología reinventada para equipar sus futuros vehículos, anticipando una regulación que impactará a toda la industria automovilística.