El frenado regenerativo es una forma de devolver energía a la batería. Normalmente, almacena parte de la energía que se pierde durante el frenado. Esta energía almacenada se utiliza luego para cargar la batería del coche y hacer funcionar el motor. Es uno de los aspectos destacados de los coches híbridos y eléctricos.
¿Cómo funciona este sistema de frenado? ¿Ofrece ventajas adicionales en comparación con los sistemas de frenado convencionales? Vamos a resolver todas tus dudas.
Cómo funciona el frenado regenerativo
Este sistema de frenado es la forma en que los coches híbridos y eléctricos recuperan energía y cargan la batería. Esta energía se perdería en forma de calor en los motores convencionales.
La electricidad generada por esta conversión puede almacenarse en la batería o utilizarse inmediatamente por el motor eléctrico para impulsar el vehículo hacia adelante.
En los motores de gasolina, los frenos utilizan la fricción para reducir la velocidad del coche. Esto convierte la energía cinética del vehículo en energía térmica, que debe disiparse. Esta energía térmica se libera en forma de calor, por lo que las pastillas de freno suelen calentarse mucho.
Si alguna vez has conducido por una carretera montañosa o has bajado una larga escalera, sabes lo calientes que pueden llegar a estar los frenos.

En un coche híbrido o eléctrico, además de los frenos de fricción, entra en juego otra fuente de potencia de frenado. Al frenar, la energía cinética se convierte en energía eléctrica, que se utiliza para cargar la batería. Esto aumenta la autonomía del coche y reduce la frecuencia de carga.
Por ejemplo, imagina que conduces un Toyota Prius. Tiene dos motores: uno para mover las ruedas y otro para cargar la batería. Cuando necesitas reducir la velocidad, en lugar de usar el pedal de freno (el que está fijado a las ruedas), puedes pulsar lo que se llama un “botón de regeneración”. Esto invierte el flujo de energía de la batería a las ruedas, frenando sin desperdiciar la energía cinética en forma de calor.
Ventajas únicas del frenado regenerativo
Los coches híbridos y eléctricos ofrecen ventajas distintivas gracias a este sistema de frenado en comparación con los coches de gasolina o diésel convencionales. Aquí hay algunas ventajas clave:
Reduce la huella de carbono del coche
Esto se debe a que tu energía cinética no se desperdicia, sino que el sistema la utiliza para mover algo. También es una de las principales formas de reducir el uso de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero de los automóviles.
Por lo tanto, este frenado ayuda a reducir el consumo de combustible y las emisiones de tu coche. Esto hace que tu vehículo sea más respetuoso con el medio ambiente y te ahorra dinero en gasolina.
Menor desgaste de las pastillas de freno
Como se mencionó anteriormente, este frenado reduce la cantidad de calor generado al frenar. Esto prolonga la vida útil de las pastillas de freno y reduce la necesidad de reemplazarlas.
Mejora la autonomía
En los coches eléctricos, esta tecnología de frenado aumenta la autonomía del vehículo cargando la batería. Esto facilita viajar largas distancias sin tener que detenerse a cargar el coche.
Mejora la eficiencia
Ayuda a impulsar tanto el motor eléctrico como el motor de gasolina en los coches híbridos. Esto mejora la eficiencia general del vehículo y reduce el consumo de combustible.
Conclusión
El frenado regenerativo es una tecnología innovadora para coches eléctricos e híbridos. Además de reducir su impacto ambiental, ofrece numerosas ventajas. Pruébalo y descubre la diferencia que puede marcar.