La impresión 3D fue la herramienta decisiva para optimizar el Ford Mustang GTD en el legendario Nürburgring. Al igual que el espíritu de “Ford vs Ferrari”, la victoria requiere atención al detalle, y el equipo de ingeniería de Ford adoptó un enfoque de desarrollo no convencional en tiempo real para ampliar los límites del rendimiento.
Filosofía de desarrollo innovadora
Durante la presentación del Mustang GTD 2025, Greg Goodall, ingeniero jefe del programa, reveló que se habían desviado completamente de los procesos tradicionales. Normalmente, el desarrollo se detiene abruptamente para centrarse en la producción, pero en el GTD, esa regla no existía. El equipo realizó la primera prueba de imprimir y probar piezas directamente en la pista del Nürburgring, analizando datos en tiempo real e incorporándolos inmediatamente al proceso de diseño.
El nacimiento del “Click Flick”
Una innovación clave surgió cuando Steve Thompson, especialista en dinámica del vehículo, llamó desde el “Ring”. Informó al equipo que había probado piezas impresas en 3D alrededor de las rejillas de ventilación del capó, llamadas “Click Flick”, que describió como “pequeñas protuberancias de esquí”. Estas adiciones no estaban en el diseño original, pero demostraron ser lo suficientemente efectivas como para reducir un tiempo valioso (no revelado) por vuelta.
Colaboración rápida y eficiente
Impulsados por estos resultados, la estrecha colaboración entre el equipo de ingeniería de Goodall y el equipo de diseño de Anthony Colard dio como resultado un diseño funcional en una o dos semanas. El objetivo era claro: replicar el efecto aerodinámico del prototipo mientras se integraba perfectamente en la carrocería. Después de 7-8 iteraciones y aproximadamente 20 pruebas en el túnel de viento, se encontró una solución.
Impacto decisivo en el rendimiento
El resultado fue una innovación aerodinámica clave: el “Click Flick” es neutral en términos de resistencia, pero genera una carga aerodinámica adicional crucial. Estos accesorios se montaron en el borde inferior preexistente del capó. Su contribución fue significativa, y Greg Goodall admitió que sin ellos, un tiempo de vuelta por debajo de los 7 minutos habría sido “extremadamente difícil”. La prueba está en que en agosto de 2024, el Mustang GTD se convirtió en el primer coche estadounidense en bajar de 7 minutos en el Nürburgring (6:57.685), y en abril de 2025 estableció un tiempo récord de 6:52.072.