El freno de mano eléctrico, también conocido como freno de estacionamiento eléctrico (EPB), es un sistema innovador que se instaló por primera vez en el BMW Serie 7 del 2001. Desde entonces, ha ido reemplazando lentamente a la versión manual estándar. Su funcionalidad básica es similar, pero en lugar de tirar de una palanca, como en un freno de mano manual, el conductor simplemente presiona un botón. Una unidad de control electrónico (ECU) activa entonces el mecanismo de bloqueo que aplica las pastillas de freno a las ruedas traseras.
DISEÑO Y FUNCIONAMIENTO

El funcionamiento de los frenos de mano eléctricos suele ser muy similar. Estos sistemas tienen una interfaz, generalmente un botón, mediante la cual el conductor puede activarlos, junto con un mecanismo de accionamiento. Existen dos tipos principales de mecanismos para activar un EPB: los basados en cable y los integrados en la pinza. Los sistemas de tracción por cable funcionan a través de un cable de freno de estacionamiento que activa los frenos cuando se tira de él. Los frenos de estacionamiento eléctricos con sistemas de pinza integrados utilizan, en cambio, una pinza de freno accionada por un motor que acciona los frenos.
En ambos casos, la señal de la interfaz se dirige a través de un módulo de control. Este puede ser parte del propio freno de estacionamiento eléctrico o estar integrado en la ECU de control de estabilidad del vehículo.
CARACTERÍSTICAS ADICIONALES
Los frenos de estacionamiento eléctricos tienen características adicionales que los distinguen de los frenos de mano convencionales. Por su naturaleza electrónica, los frenos de mano eléctricos suelen incluir una luz de advertencia en el salpicadero que indica que el freno está aplicado. Dado que todo el dispositivo es electrónico, el conductor puede saber con mayor facilidad que el coche está correctamente inmovilizado en comparación con un freno de estacionamiento manual.
Los EPB también pueden estar equipados con una función de retención automática o de asistencia en pendientes. Los frenos de estacionamiento electrónicos con retención automática evitan que los coches se muevan cuando están detenidos o cuando el conductor está a punto de arrancar. Las funciones de asistencia en pendientes funcionan de manera similar, pero están específicamente diseñadas para evitar que el coche ruede hacia atrás al iniciar la marcha en una cuesta.
CÓMO USAR UN FRENO DE MANO ELECTRÓNICO
La forma de activar el EPB puede variar de un coche a otro, pero generalmente implica presionar el botón correspondiente y, a veces, también pisar el pedal de freno. Los coches con transmisión manual generalmente requieren que pises el embrague como de costumbre y luego actives el pedal del acelerador al soltarlo. Los frenos de mano eléctricos que se desactivan automáticamente ni siquiera requieren presionar el botón al arrancar.
Arrancar en una pendiente con un freno de mano eléctrico es bastante sencillo, aunque la forma exacta de desactivar el freno de mano electrónico al iniciar la marcha en una cuesta puede variar. Si el EPB admite arranques en pendiente, se desactiva automáticamente después de unos segundos desde el momento en que pisas el embrague y activas el pedal del acelerador. Los coches automáticos, naturalmente, prescinden del uso de un pedal de embrague. Los frenos de estacionamiento electrónicos que no tienen una función dedicada de asistencia en pendientes obligan al conductor a encontrar el momento adecuado para presionar el botón que suelta el freno de estacionamiento.
VENTAJAS SOBRE LOS FRENOS DE MANO ESTÁNDAR

A diferencia de los frenos de mano estándar, los frenos de estacionamiento eléctricos no requieren fuerza muscular adicional para ser utilizados. Se activan con solo presionar un botón y bloquean el coche de forma segura. Se elimina el riesgo de aplicar accidentalmente muy poca fuerza sobre los frenos y que el coche se mueva posteriormente. Los sistemas integrados en la pinza tienen la ventaja adicional de ser menos propensos a que se congelen o se desgasten los cables de freno. También ahorran espacio en el interior, ya que no es necesario el mecanismo de palanca. Su naturaleza electrónica también permite al sistema advertir a los conductores de mal funcionamientos encendiendo el indicador “Service Handbrake” en el salpicadero. Los frenos de mano manuales generalmente requieren un fallo grave o una inspección del chasis para detectar problemas potenciales. Los arranques en pendiente también son más simples y seguros, ya sea que el dispositivo los admita explícitamente o no.
PROBLEMAS CON LOS FRENOS DE MANO ELECTRÓNICOS
Aunque los frenos de estacionamiento eléctricos presentan muchas características que los hacen más seguros y eficaces que los frenos de mano manuales, conllevan sus propios riesgos. Al ser una unidad electrónica, el EPB es susceptible de funcionar mal cuando el voltaje del sistema eléctrico del coche es bajo o cuando surgen otros problemas con la red de a bordo. Una batería descargada puede impedir que los frenos reciban señales, dejando el coche bloqueado. Los fallos o daños en los cables o fusibles también pueden afectar al freno de estacionamiento electrónico: cables abiertos, cortocircuitados o rotos conectados a la ECU del freno de estacionamiento pueden impedir su correcto funcionamiento. Otros problemas comunes incluyen el bloqueo del actuador del freno de estacionamiento eléctrico, fallos eléctricos en la ECU, mala comunicación entre los diferentes módulos del EPB, mal funcionamiento del interruptor del pedal de freno o de la palanca de cambios, y un desgaste excesivo de las pastillas de freno traseras.
Los frenos de estacionamiento eléctricos a veces tienen liberaciones manuales para estas situaciones, pero si el EPB no se libera manual o automáticamente y no puedes determinar fácilmente el problema, se necesita una herramienta de diagnóstico para determinar qué ha fallado en el dispositivo. Los frenos de mano eléctricos son mecanismos sofisticados y difíciles de reparar para aficionados. Normalmente se necesita un técnico especializado en un taller equipado para mantener la marca y el modelo de tu coche para resolver los problemas que surjan. Esto se aplica tanto al reemplazo de las pastillas de freno como, por supuesto, a cualquier trabajo en la propia ECU.
Conclusión
En general, un freno de estacionamiento eléctrico intercambia la facilidad de reparación por una activación más simple y una mayor seguridad. La facilidad de uso, la seguridad adicional y el ahorro de espacio significan que los EPB solo se generalizarán más en el futuro.