
El sensor de oxígeno está ubicado en el múltiple de escape del vehículo. Su propósito es monitorear la cantidad de oxígeno que queda sin quemar en el sistema de escape cuando los gases de escape salen del motor.
De esta manera, puede evaluar con precisión la proporción de la mezcla de oxígeno y combustible, porque le informa a la computadora si hay demasiado o muy poco oxígeno.
Luego, basándose en la información del sensor, la computadora realiza los ajustes apropiados para aumentar o disminuir la cantidad de oxígeno.
El sensor de oxígeno del vehículo debe estar en pleno funcionamiento para que la combustión interna de aire y combustible se realice de manera equilibrada. Si el sensor de oxígeno se daña o falla, todo el proceso de combustión interna del motor se ve comprometido. A continuación se presentan los principales síntomas que sentirás cuando el sensor de oxígeno de tu vehículo se deteriore.
Rendimiento reducido del vehículo – El vehículo funcionará muy mal. Al intentar acelerar, se calará con frecuencia y su movimiento será lento en general. En carreteras donde mantener ciertas velocidades o niveles de rendimiento es crucial para la seguridad, esto se convierte en una situación peligrosa.
Fallo en la prueba de emisiones – Si tu vehículo no pasa la prueba de emisiones, probablemente se deba a que está emitiendo demasiado o muy poco carbono. En cualquier caso, hay un 50% de probabilidad de que la causa sea un sensor de oxígeno defectuoso. Esta es una estadística descubierta por la Agencia de Protección Ambiental y la Junta de Recursos del Aire de California.
Mal olor – ¿Hueles un olor a huevo podrido proveniente del tubo de escape? Esta podría ser una señal de advertencia temprana de que algo anda mal con el sensor de oxígeno. Si no se aborda, este olor a huevo podrido también se extenderá al interior del vehículo, lo que hará que conducir sea una experiencia muy desagradable. Te recomendamos que lo abordes de inmediato.
Encendido de la luz de advertencia del motor – Una señal de advertencia temprana de que el sensor de oxígeno de tu vehículo está fallando es cuando se enciende la luz de advertencia del motor en el tablero. Esto puede ocurrir por varias razones, pero la más simple es un sensor de oxígeno defectuoso. En cualquier caso, debes llevar tu vehículo a un taller mecánico tan pronto como se encienda la luz de advertencia del motor.
Esto podría indicar que hay varios problemas con el motor, y definitivamente querrás evitar correr el riesgo de ignorarlo por un período prolongado.
Consumo excesivo de combustible – Si el sensor de oxígeno está fallando, la mezcla de combustible y aire puede volverse muy rica.
En otras palabras, se consumirá más combustible en el proceso de combustión interna. Esto significa que el kilometro por litro disminuirá, ya que el vehículo consumirá más gasolina para recorrer menos distancia. Por lo tanto, si notas que necesitas llenar el tanque de gasolina con más frecuencia de lo normal, probablemente se deba a un sensor de oxígeno defectuoso.
Costo de reemplazar el sensor de oxígeno
Reemplazar un sensor de oxígeno tiene un costo promedio de entre $198 y $276. El precio varía según la marca y modelo del vehículo, y el taller mecánico al que lo lleves. Estos costos totales se componen de mano de obra (promedio de $44 a $56) y piezas (promedio de $154 a $220). Pueden agregarse cargos adicionales e impuestos sobre las ventas a estos precios.