El motor es el corazón del automóvil. Es una máquina que genera energía mecánica a partir de otras fuentes de energía. Cuando pisas el pedal del acelerador, básicamente estás pidiendo más potencia al motor.
Si el proceso de combustión interna se desarrolla sin problemas, el motor debería poder proporcionar esa potencia. Como resultado, cuando aplicas más presión al pedal del acelerador con el pie derecho, el vehículo se moverá más rápido.
Sin embargo, a veces puede ocurrir una reducción de la potencia del motor del vehículo. Cuando esto sucede, lo notarás fácilmente porque el vehículo no acelera aunque pises el pedal del acelerador. De hecho, se encenderá una luz de advertencia de “potencia reducida” en el salpicadero. En algunos modelos de automóviles, se utiliza la luz de “revisar motor” en su lugar. En cualquier caso, el vehículo se moverá muy lentamente y será bastante difícil acelerar.
Por lo tanto, la reducción de la potencia del motor indica que hay algún problema con el motor mismo o con otros componentes y sistemas que ayudan en su funcionamiento. Por ejemplo, una batería del coche en mal estado puede causar una reducción de la potencia del motor porque la batería es responsable de cargar el motor de arranque. Si el motor de arranque recibe una carga débil, no podrá arrancar el motor adecuadamente. Incluso si el motor está girando, la potencia será extremadamente baja. Otras causas de la reducción de la potencia del motor pueden incluir problemas con la transmisión o un alternador defectuoso.
Cómo manejarlo
Si notas una reducción de la potencia del motor, debes regresar a casa de inmediato. Algunos modelos nuevos tienen un “modo de emergencia” especial diseñado para proporcionar suficiente potencia para llevar el vehículo a casa. La aceleración seguirá siendo débil y el consumo de combustible será muy alto, pero al menos no te quedarás varado en algún lugar. Evita conducir en carreteras de alta velocidad, como autopistas, hasta que se resuelva el problema.
Del mismo modo, no uses accesorios del coche que no sean necesarios. Es decir, no uses la radio y, si es posible, tampoco el aire acondicionado. Esto se debe a que no quieres poner una carga innecesaria en el motor. Si hay un taller de reparación de automóviles más cerca que tu casa, considera dirigirte allí en su lugar, porque incluso si llevas el vehículo a casa, eventualmente tendrás que llevarlo a un mecánico. Por lo tanto, si es posible, es mejor llevarlo directamente al taller mientras aún estás en la carretera.
Qué esperar
En muchos casos, la reducción de la potencia del motor puede no ser un gran problema. Podría haber un problema con la unidad de control del motor o con alguno de sus sensores correspondientes. A veces, simplemente apagar el vehículo y reiniciarlo puede hacer que la luz de advertencia de potencia reducida desaparezca. Sin embargo, si el problema realmente existe y no es solo un fallo o error, la luz de advertencia volverá a encenderse. No podrás saber con certeza cuál es el problema hasta que un mecánico especializado realice una verificación de diagnóstico.
Sea cual sea el resultado del diagnóstico, debes seguirlo. La herramienta de escaneo de diagnóstico se comunica con la unidad de control del motor y recibe códigos de error específicos, por lo que nunca miente. Los códigos de error indican la naturaleza exacta del problema del motor. Una vez que sepas cuál es el problema, debes resolverlo para recuperar la potencia normal del motor. No podrás conducir el vehículo de manera segura en la carretera hasta que se solucione el problema.
